“Cuando una parte del cuerpo se duele, todo el cuerpo se duele…”
En este momento de dolor que están sufriendo nuestros hermanos en Nigeria por el secuestro de más de doscientas jóvenes, como así también aquellos familiares que han perdido a sus niños en el incendio del ómnibus en Colombia, queremos unirnos a ellos y clamar a nuestro Dios para que su paz y consuelo les alcance.
Sabiendo que muchos ya lo están haciendo, invitamos a la Iglesia toda a interceder por estas dolorosas circunstancias que viven nuestros hermanos.
A la vez, pidamos al Dios del cielo que su amor infinito abrace a sus captores, para que no se pierdan mas tengan vida eterna.
“La oración del justo puede mucho…”
Consejo Directivo de ACIERA