Dos cristianas iraníes hacen un llamado global a oír el lamento del pueblo de Irán, mientras recuerdan su propia odisea cuando fueron encarceladas por su fe.
En el marco de cientos reunidos este miércoles por la tarde en las plenarias de la Conferencia por el Avance de la Libertad Religiosa, Maryam Rostampur y Marziyeh Amirizadeh explicaron como Jesucristo las sostuvo e intervino milagrosamente cuando estaban en prisión. Las mujeres nacieron en familias musulmanas y se conviertieron al cristianismo en su juventud, se hicieron amigas en Turquía mientras estaban estudiando teología en 2005.
Las amigas fueron arrestadas en 2009 por el régimen iraní debido a su fe cristiana y pasaron 259 días en una de las prisiones más notorias de la nación. Eran sometidas a interrogatorios diarios y torturas sicológicas, se les acusaba de varias ofensas -apostasía, blasfemia, promoción del cristianismo en Irán- y fueron sentenciadas a la ejecución por ahorcamiento. Durante su encierro, los oficiales iraníes las amenazaban rutinariamente y también a sus familias para presionarlas a abandonar su fe, pero ellas se rehusaban.
«Puesto que el Islam es la única religión oficial en Irán, las autoridades del gobierno les prohíben a las minorías religiosas practicar su fe,» dijo Amirizadeh, remarcando que la persecución contra cristianos ha crecido en los últimos años.
Hombres y mujeres que abandonan el Islam por la fe cristiana son considerados’infieles’ e ‘impuros’, y tales personas a menudo enfrentan la pena de muerte y otros tipos de torturas.

Maryam Rostampur y Marziyeh Amirizadeh
Amirizadeh y Rostampur fueron maltratadas en la cárcel, se les privaba de las necesidades básicas y no se les brindaba ningún tipo de asistencia médica. Se les obligaba a participar de ritos musulmanes y no tenían acceso a la Biblia. Además, presenciaban los abusos y golpizas a otros reclusos, como una manera de intimidación.
«Lo único que nos mantuvo firmes en nuestra fe fue la relación personal con Jesús y el Amor de Dios que experimentamos en nuestras vidas. Le decíamos a los guardias que Jesús era nuestro Señor y que no podrían quitarlo de nuestros corazones,» recordó Amirizadeh.
Rostampur agregó: «Creemos que aún seguimos con vida aquí gracias al Poder de Jesús y a Sus Milagros.»
El gobierno iraní tuvo que liberar a las amigas gracias a la gran presión internacional de parte de otros gobiernos, de organizaciones cristianas y de derechos humanos. Aún así, justo antes de liberarlas, los oficiales de inteligencia les amenazaron diciéndoles que las vigilarían diariamente, y que su seguridad no estaba garantizada dándoles el ejemplo de pastores que acabaron siendo asesinados después de su liberación.
«Algunas de las amenazas que lanzaban decían que ‘moriríamos en un accidente’ o ‘nuestras casas podrían incendiarse de repente’.»
Rostampur y Amirizadeh se vieron forzadas a abandonar Irán en 2010.
«Cientos de cristianos han sido arrestados por las autoridades iraníes y acusados de amenazar la seguridad nacional por participar en iglesias caseras, recibiendo condenas de entre 2 y 10 años de prisión,» explicó Rostampur.
A pesar de la persecución, el Cristianismo se está expandiendo en Irán, y la mayoría de los ciudadanos iraníes están cansados de la corrupción y opresión ejercidas por el gobierno.
«Nuestra esperanza y oración por nuestro amado Irán es que llegue a ser un país libre,» dijeron entre aplausos de los oyentes, «regidos por un régimen democrático.»
«Nuestro anhelo es que las minorías religiosas puedan unirse en paz sin miedo a ser amenazados, arrestados, torturados o asesinados a manos del gobierno.»