En las últimas semanas, más de 1.400 neoyorquinos e italianos han orado junto al equipo de Respuesta Rápida Billy Graham en medio de la pandemia de COVID-19.
Esparcidos en las áreas más afectadas de Nueva York y el norte de Italia, el equipo de capellanes han ofrecido ayuda emocional y espiritual en los hospitales de ayuda de Samaritan’s Purse. Mientras cientos de pacientes han sido tratados por profesionales de la medicina; los capellanes, cumpliendo con las medidas de seguridad, dan consuelo a las víctimas aisladas y enfermas, alientan a los que trabajan contra reloj y hablan con los familiares y la comunidad.
Con la mayoría del globo afectado por el virus -incluyendo 2.5 millones de casos confirmados y más de 170.000 muertes hasta el 21 de abril- muchas personas temen ser las próximas en contraer COVID-19.
Así es como Charly* y su novia se sintieron al conducir por más de dos horas de Nueva Jersey a Nueva York, al hospital Monte Sinaí. Su novia está embarazada y necesita exámenes médicos.
Mientras Charly esperaba afuera por su novia, se preocupaba porque no vaya a contraer el virus y que su bebé tampoco se enferme.
Allí estaba, parado junto a la tienda del Equipo de Respuesta Rápida Compartiendo Esperanza, un área habilitada para que la comunidad pueda ser escuchada. Un capellán de Billy Graham vió a Charly preocupado y se acercó. Charly le pidió al capellán que orara para que Dios protegiera a la mamá y al bebé- y que ayude a la familia a superar el tiempo de preocupación y ansiedad.
Sin embargo, este tipo de oraciones no era un nuevo concepto para Charly. Él le contó al capellán que creía en Dios y que su madre era muy religiosa.
«Crees en Dios, pero ¿Has aceptado a Jesús como tú Señor y Salvador?», le preguntó el capellán.
Mirando alrededor, Charly se cercioró de que nadie estuviera mirando. Solo quería protección temporal, pero ahora tenía la oportunidad de un refugio eterno en Dios Todopoderoso.
Ambos se retiraron a un lugar más privado. Sacando un libro llamado ‘Pasos hacia la Paz con Dios’, el capellán le mostró a Charly como asegurarse de su relación con Dios.
El librito contiene las siguientes escrituras:
«Pues si ustedes reconocen con su propia boca que Jesús es el Señor, y si creen de corazón que Dios lo resucitó, entonces se librarán del castigo que merecen.» (Romanos 10:9)
El capellán le preguntó a Charly si esta promesa significaba algo para él.
«Si confieso con mi boca a Jesús como el Señor y creo en mi corazón que Dios lo levantó se los muertos. ¿Él me salvará?, preguntó Charly.
Así de simple, le explicó el capellán.
Pero Charly aún no estaba seguro de hacer el compromiso. No quería rendir cada aspecto de su vida, como el fumar marihuana. Y no asistía a la iglesia.
Siguiendo el primer paso de Jesús, el capellán compartió. No hay requerimientos para ganar la salvación -es un regalo de Dios.
El capellán le dijo a Charly que si aceptaba a Jesús, Dios lo transformaría a través del Espíritu Santo. Le explicó a Charly que eventualmente dejaría de fumar, y que tenía que encontrar una comunidad de fe que lo alentara.
Eso resonó en Charly, y oró para recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador.
El capellán le recordó que esto no era un simple boleto al cielo. Charly había acordado seguir a Jesús.
Cremona, Italia
Miles de millas cruzando el Océano Atlántico, el equipo de Respuesta Rápida en Cremona, Italia, también ha tenido el privilegio de ver a Dios abriendo los corazones a las Buenas Nuevas.
Una conversación comenzó con una taza de café -un capellán le ofreció una a un oficial de policía que administraba la entrada al hospital. Cuando la charla casual giró hacia la eternidad, el oficial mencionó que él creía que iría al cielo. Entonces, el capellán le compartió como podía tener una relación con Dios -y el oficial oró invitando a Cristo a su vida.
Los capellanes también se encontraron con dos empleados a la entrada del hospital montado por Samaritan’s Purse. Una de las empleadas dijo ser cristiana y que deseaba orar junto al equipo pero temía que el lenguaje fuera una barrera. Los capellanes guiaron a la mujer en oración. También compartieron acerca de la paz que recibieron para compartir de Dios con los familiares y miembros del equipo de medicina.
* Nombre cambiado debido a la privacidad.