Era una tarde calurosa de octubre y toda la gente caminaba por las calles, como no queriendo entrar a sus hogares a sufrir las altas temperaturas.
Al llegar la noche se escuchó una queja uniforme en todo el barrio, un apagón eléctrico con sus inevitables consecuencias, sin poder ver nada por la falta de luz, sin ventiladores y sin los aires acondicionados.
Pasaron varias horas y el malestar que reinaba se podía respirar en el ambiente, el aire estaba tenso en todos lados. Pero en un momento se oyó un estruendoso estallido al unísono al regreso de la luz. Los chicos reían y corrían, los televisores se encendían y los ventiladores lentamente comenzaban a girar.
La vida puede cambiar en un momento, se abre una puerta y el caos, se abre otra puerta y la solución, se hace una llamada y se sale de perdedor a ganador, se toca un timbre y cambia la vida.
Hay situaciones que requieren mucha preparación previa, pero otras también importantes ocurren en un instante, milagrosamente.
A las afueras de Belén un grupo de pastores aburridos de su trabajo rutinario, fueron sorprendidos en una noche. Desde ese momento nunca más fueron los mismos. La invitación que recibieron de asistir al nacimiento de Jesucristo, en el marco de un coro de Angeles, cambió sus intrascendentes vidas rutinarias, en un instante. Y para ellos ¡Volvió la luz!
Hay un momentos en tu vida, que después de muchos intentos de salir de esa monotonía, pueden tornarse en el instante transformador, la puerta de salida, la entrevista salvadora.
El encuentro más sorprendente es hallar a Jesucristo como tu único Salvador. Tu vida puede tener un giro de 180 grados, y ese cambio es ahora mismo, este es el instante que te sorprende, y lo que tenés que hacer es abrir la puerta de tu corazón.
Todo ocurre en un instante, el cambio puede ser ¡ya! si lo deseás. No tenés que hacer ningún esfuerzo, recibí a Jesús en tu vida y su luz comenzará a iluminar todos los actos de tu existir.
Empezá un nuevo año estrenando una nueva vida y en la sencillez de una corta oración, hablá con Cristo pidiéndole que hoy nazca en tu corazón.
En mi vida dio resultado, en un abrir y cerrar de ojos Él transformó mi existir. Con todas las dificultades que el mundo me depara, entiendo que en aquel momento a mí me Volvió la Luz