Una corte en Myanmar ha sentenciado al anterior presidente de la Convención Bautista Kachin, Hkalam Samson, quien fue arrestado y detenido por la junta del país en diciembre, a seis años de prisión a pesar de los llamados desde el gobierno de Estados Unidos por su liberación.
Una corte en Myitkyina sentenció al Rev. Samson bajo la ley de Asociación Ilícita, el Código Penal de Terrorismo, según la organización de derechos humanos Christian Solidarity Worldwide.
Samson, que ahora sirve como director de la Asamblea Consultora Nacional de Kachin, fue arrestado bajo los cargos de reunirse con miembros de un grupo étnico armado y mantener tiempos de oración en paralelo con civiles del gobierno de Myanmar, también conocidos como Buena.
El Analista Mayor de la CSW para el este de Asia, Benedict Rogers llamó a la sentencia “una parodia vergonzosa de la justicia”.
“El Reverendo Dr. Samson es un cristiano completamente no-violento y un incansable y valiente luchador por la justicia, los derechos humanos y la paz”, dijo Rogers, autor de tres libros en Myanmar y amigo del Rev. Samson.
El conflicto entre la milicia, conocida localmente cómo Tatmadaw, y las etnias minoritarias ha escalado desde el golpe de Estado en febrero de 2021. Las milicias de las etnias han luchador en pos de la democracia.
“Él ha estado encarcelado solo por hablar con valentía en contra de las atrocidades barbáricas contra la gente de Myanmar”, dijo Rogers.
Samson, quien previamente sirvió como presidente y secretario de KBC, lidera la Asamblea Consultora Nacional Kachin, un grupo de líderes locales religiosos y políticos que ayudan a fomentar la comunicación entre la Organización Independiente Kachin, el ala política de la Armada Independiente Kachin y la comunidad local.
El obispo organizó los funerales de más de 60 víctimas del ataque aéreo de la junta en un concierto de aniversario de KIO en el municipio de Hpakant en octubre pasado. También trató de hacer arreglos para que los heridos graves recibieran tratamiento médico de emergencia.
Un mes después del incidente, él había participado en una reunión de oración en Myitkyina, organizado por el Consejo de Iglesias de Myanmar, que representa a los grupos cristianos del país, para conmemorar a las víctimas.
En febrero, el vocero del Departamento de Estado norteamericano, Ned Price condenó el arresto de Samson en un comunicado de prensa.
“Estamos sumamente preocupados por su bienestar y seguridad, y llamamos a nuestros socios y aliados a unirnos para peticionar al régimen que desestime los cargos y libere inmediatamente al Reverendo Samson”, dijo Price.
La Junta ha asesinado a más de 3.200 personas y arrestó a 21.300 más hasta el miércoles, según la Asociación De Asistencia a Prisioneros Políticos.
“La comunidad internacional debe alzar su voz y demandar la inmediata liberación de prisión, así como reclamar el aumento de esfuerzo al aplicar las penas contra el régimen ilegal militar en Myanmar hasta que todos los presos políticos sean liberados, la milicia cese los ataques y Myanmar vuelva al camino de una verdadera y genuina democracia federal”, dijo Rogers.
El país de Asia Sureste es el punto de la guerra civil más larga del mundo, que comenzó en 1948.
Las zonas de conflicto están en los límites de Myanmar con Indi, Tailandia y China.
Los cristianos comprenden apenas el 7% en la nación de mayoría budista, pero a su vez son mayoría en el Estado Chin, que limita con India, y el Estado de Kachin, que limita con China. Los cristianos también son parte sustancial de la población del Estado de Kayah, que limita con Tailandia.
En junio pasado, múltiples informes, incluso de las Naciones Unidas, revelaron que la junta atacó brutalmente y mató a cientos de niños desde el golpe militar.
Tom Andrews, reportero especial de Naciones Unidas acerca de la situación de derechos humanos en Myanmar, dijo que al tiempo que la junta “atacaba sin piedad a niños por la depravada voluntad del general, se infringía sufrimiento a la gente de Myanmar para subyugarla”.
“Recibí información acerca de niños golpeados, apuñalados, quemados y expuestos a terribles ejecuciones, cómo que le arrancaran los dientes y dedo durante las sesiones de interrogación”, denunció Andrews.