Al final del último verano en una de las ciudades mas grandes de China, un pequeño grupo de esposas de pastores se reunieron en una de las iglesias no registradas (también conocidas como Iglesias-casas), para tener un tiempo de enseñanza y fortalecimiento. Las mujeres en su mayoría no se conocían entre si, pero aun así compartieron las cargas unas con otras.

«No hay descanso, y si acaso bajamos el ritmo de trabajo, algo que sucede en raras ocasiones, nos sentimos culpables.»

«Nuestra lista de quehaceres es interminable. Y tenemos que hacerlos todos y hacerlo bien, sino sólo nos complicamos más.»

«Nuestras congregaciones tienen expectativas irreales de nuestrasfamilias. A veces, nosotras mismas tenemos expectativas irreales de nuestro rol, nuestros hijos y nuestros esposos.»

Como director de Comunicaciones de China Partnership, escucho a diario acerca de los esfuerzos para entrenar y equipar a los pastores de un movimiento creciente llamado Gracia a la Ciudad, que se enfoca en un renuevo del Evangelio en las Iglesias no registradas de China. Las necesidades de los pastores son diversas, y ademas incluyen un punto importantísimo de sus vidas: sus esposas.

Aunque China tiene una iglesia oficial llamada Iglesia de la Trinidad, la vasta mayoría de cristianos chinos pertenecen a las comunidades religiosas no registradas, que generalmente se reúnen en departamentos, casas o salones de hotel. Cuando se piensa en estas «iglesias-casas», el mayor desafío sin dudas es el ambiente político. Mientras que los asuntos legales que rodean a las iglesias no registradas son, a menudo, tensos y hasta abrumadores, las luchas en el ministerio son mas cotidianas y comunes. Como pastores de iglesias pequeñas en la ciudad, estos hombres y sus familias experimentan significativa presión mientras lideran estas iglesias no organizadas.

Gran presión existe también para las esposas de pastores.

Las luchas espirituales, sociales y fisicas que expresan las mujeres chinas son similares a las de sus pares en todo el mundo. Tal y como lo destacó un reciente artículo, ellas enfrentan desafíos comunes que tienen que ver con la soledad, el éxito, la infidelidad marital, el abuso doméstico y la maternidad. También enfrentan asuntos particulares de su contexto, incluyendo la antigua política de ‘solo un hijo’ y otras legislaciones.

Llamativamente, el desafío mas fuerte que identificaron como impedimento para la vida familiar y ministerial fue la ética de trabajo china.

Para las esposas de los pastores, esto es un desafío silencioso, y sutil contra lo que tienen que luchar. Estas mujeres en el ministerio enfrentan una lucha espiritual que tal vez no sea dramática en la

superficie como podría ser las que se dan con los gobiernos opositores, sino constante en el día a día, ya que desean vivir acorde a la Gracia de Dios, como el resto de creyentes alrededor del mundo.

Un pequeño ministerio americano (no identificado por seguridad), dedicado a acompañar a las mujeres en el campo alrededor del globo, ha comenzado recientemente a trabajar en China y su contexto. Aunque el ministerio ha existido por mas de una década, losesfuerzos en Asia empezaron hace cinco años con uno contacto misionero en el lugar. El trabajo específico en China fue lanzado hace dos años, en respuesta al pedido de contención de muchas mujeres del lugar. La obra se multiplica rápidamente. Las mujeres chinas involucradas en el ministerio ya han traducido el material de la organización a su lengua materna, ademas se han entrenado a dos líderes y se realizó el primer evento. Se están invirtiendo grandemente en las vidas de las mujeres de los pastores en China.

«Hemos recibido un claro llamado de parte de las mujeres de Asia, para equiparlas y tomar el reto de ayudar a otras,» dijo Lorrie, una coordinadora americana a cargo del ministerio en China. «Lo que recibimos de ellas es: ¡Queremos más de esto! Lo que sea que tengan para dar, lo queremos, lo necesitamos.»

Según Lorrie, lo que mas resultado ha dado, son las capacitaciones formales para ayudar a las esposas de los pastores a enfocarse en el corazón del Evangelio, a la Gracia de Dios y la Libertad que existe en la Unión con Cristo. La organización equipa a las mujeres en las trincheras y en las plantaciones de iglesias «ayudando a hacer el Evangelio memorable en sus vidas.»

«El contenido es el Evangelio, pero el medio son las relaciones,» dijo Lorrie, «así que yo puedo tomar lo aprendido y compartirlo con mi esposo, mis hijos y cualquier persona que no conozca a Jesús.»

Yu*, una de las líderes chinas de la organización, explica que para la mayoría de los chinos en el ministerio, convertirse en cristiano simplemente significa sustituir un tipo de trabajo por otro, y rara vez un cambio de perspectiva y concepción de la vida.

«Trabajar duro es uno de los valores que la cultura china promueve,» dijo Yu. «Trabajas duro por una carrera o una causa. Aún para los que están fuera de la iglesia, el trabajo debe ser duro y esforzado, poniendo sus carreras primero y sus familias después. Cuando alguien se convierte en pastor, a menudo dice: «Ahora trabajo para Dios, hay que trabajar aun mas duro.»

Sin embargo, las esposas de los pastores que se reunieron encontraron un mensaje diferente: no mas listas de obligaciones, sino vivir en la Gracia y descansar en la Obra de Cristo.

El mensaje está teniendo su impacto. Los líderes del movimiento están viendo ahora la necesidad de ministrar a las familias, incluyendo los niños. El legalismo en las iglesias y el marxismo en los colegios chinos son un desafío para los hijos de los creyentes y sus fundamentos religiosos.

Los matrimonios también son parte de las capacitaciones. El pastor americano Paul Tripp llevó adelante una conferencia acerca del matrimonio para los pastores chinos y sus esposas. Se enfocó en asuntos del corazón y de la transformación que produce el Evangelio. Como resultado, la mayoría de los pastores se mostraron arrepentidos por priorizar sus trabajos por sobre sus esposas e hijos. Al final de la conferencia, los asistentes participaron en una renovación de votos matrimoniales.

Muchas iglesias, especialmente las de Beijing, donde el costo de vida es muy alto -están comenzando a considerar la labor de las esposas a la hora de remunerar a los pastores. «Algunas iglesias maduras

consideran las cargas de la familia pastoral, y le dan una compensación a las esposas, pues ellas también son parte del ministerio,» dijo el esposo de Yu, Liao*.

«Muchas veces, cuando nos encontramos con dificultades en nuestras vidas, nuestra primer respuesta no es precisamente el Evangelio,» dijo Yuan*, otra de las líderes del movimiento. «Nuestra primer respuesta es cualquier cosa que tenemos a mano. Y cuando estas en el ministerio lo mas cercano a veces, es la amargura, por eso es primordial el Evangelio en el corazón.»