JUBA, Sudán Sur — Por dejar el Islam, una joven madre en Sudán fue encadenada en su hogar, sometida a choques eléctricos en un hospital psiquiátrico y también perdió la tenencia de sus tres hijos, según fuentes locales.

Awatif Abdalla Kaki, madre de 27 años, se convirtió al cristianismo el 27 de enero, después que un pariente le hablara acerca de la Salvación por la fe en Cristo; la identidad de dicho pariente quedó reservada por seguridad.

Unos días después de aceptar a Cristo, ella tuvo un sueño en donde Él se le aparecía; la mujer le contó a sus familiares acerca de su nueva fe, en la aldea de Omdurman, donde vivía junto a su esposo e hijos.

Su esposo trató de forzarla a renunciar a su fe, encadenandola por sus piernas, según una fuente. Asegurando que estaba loca, también la forzó a ir al hospital psiquiátrico, donde recibió medicina no identificada y choques eléctricos contra su voluntad.

Las piernas de Abdalla quedaron heridas por las cadenas, y aunque su esposo se llevó a los niños a vivir con sus abuelos paternos, el hombre ejerce una gran influencia sobre la familia de la joven y les tiene amenazados. El mayor de los hijos tiene apenas 8 años.

“Ella continúa en un estado mental de angustia”, dijo la fuente, agregando que sus padres y hermanos son musulmanes y creen que está sufriendo de algún trastorno psiquiátrico por creer en Cristo. “Temo por su seguridad y oro porque pueda conseguir un refugio fuera de su hogar, para que encuentre paz y pueda crecer en su fe”.

Abdalla no está recibiendo asistencia de ningún cristiano, pues está incomunicada según las fuentes.

En la lista mundial de países más peligrosos 2023, que elabora Puertas Abiertas Estados Unidos, Sudán se encuentra en el puesto 10, donde saltó desde el 13 en 2021. El Departamento de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos, en su reporte establece las condiciones que crecieron respecto a la descriminalización de la apostasía y un alto a las demoliciones de iglesias; pero el Islam conservador aún domina la sociedad; los cristianos enfrentan discriminación, incluyendo problemas en obtener licencias por construir edificios religiosos.

El Departamento de Estado americano había quitado a Sudán de su lista de Países de Preocupación Particular (CPC) en 2019, donde estan aquellos involucrados en tolerar “violaciones sistemáticas y crecientes a las libertades religiosas”. También la quitó de la lista Especial de Vigilancia en 2020.

Sudán había estado en la primer lista de 1999 a 2018.

Después de dos años de avances en la libertad religiosa en el país, y después del final de una dictadura Islámica de Omar al-Bashir en 2019, el país regresó a la opresión después del golpe de estado del 25 de octubre, de 2021.

Después que Bashir fue quitado del poder después de 30 años en abril de 2019, el gobierno transicional militar dejó sin efecto algunos puntos de la Ley Sharia Ley Islámica). Quitó la clasificación de “infieles” a

cualquier grupo religioso fuera del Islam, y también dejó sin efecto la apostasía y el castigo por abandonar el Islamismo.

Con el golpe de estado del 2021, los cristianos en Sudán temieron el regreso del aspecto más represivo y duro de la ley Islámica. Abdalla Hamdok, quien dirigía el gobierno transicional cómo primer ministro y que comenzó en Septiembre de 2019, fue detenido bajo prisión domiciliaria por un mes, antes de ser liberado y restituido por un acuerdo de poder conjunto en noviembre de 2021.

Hamdock ha estado enfrentado con una corrupción de larga data y con el Estado Islámico “profundo” del régimen de Bashir- el mismo régimen sospechoso del golpe de estado en 2021.

La persecución a Cristianos por actores no gubernamentales continuó después del golpe de estado.

La población cristiana en Sudán se estima en 2 millones, lo que representa el 4.5% sobre un total de población de 43 millones.