Mariyam Petrayus, una cristiana ciega del oeste de Mosul, que recientemente huyó de los territorios controlados por ISIS y que ahora vive en un campo de refugiados en Kurdistan, le contó a Kurdish News en una entrevista que tuvo que caminar decenas de kilómetros antes de alcanzar una zona segura en la región kurda.
Petrayus es una mas de los 6,000 desplazados internos que se vieron forzados a dejar Mosul en las últimas semanas, mientras la coalición ofensiva iraquí intenta liberar la segunda ciudad más grande de las garras de los extremistas.
Cuando ISIS tomó el territorio iraquí, le dió la opción a los cristianos y a otras minorías religiosas de convertirse al Islam, pagar grandes sumas en impuestos, o morir. Petrayus, que ahora vive en el campamento cerca de Khazer, recuerda como los yihadistas la presionaron más de una vez para que se convirtiera al Islam.
Petrayus, de 50 años, sin embargo, se rehusó a negar a Cristo.
«Él me dijo ¿Por qué no te conviertes al Islam? ¿Por qué eres cristiana?» contó Petrayus en la entrevista. «Le dije que estoy donde debo estar y no dejaré mi religión.»
Petrayus le dijo al terrorista además: «No quiero ser como tú. Él me preguntó ‘¿Por qué?’, recuerda la mujer. «Le dije que él no oraba, mataba seres humanos, obtenía ganancias pecaminosas y abusaba de las personas.»
Ella le dijo al yihadista que no se convertiría al Islam, pues terminaría siendo como él.
Petrayus es muy afortunada de haber salido con vida luego de enfrentarse de esa manera a los militantes del Estado Islámico. Son muchos los reportes de cristianos y miembros de otras minorías religiosas que se negaron a volverse al Islam y acabaron siendo asesinados.
Uno de los casos mas resonantes tuvo lugar en Octubre de 2015, cuando 11 misioneros y un jovencito fueron asesinados en Siria cuando se negaron a renunciar a su fe en Cristo. Algunos militantes incluso desmembraban a los niños frente a sus padres para así obligarlos a acceder a sus peticiones.
El vicario de Baghdad, Canon Andrew White, también detalló un caso horroroso donde cuatro niños cristianos fueron decapitados por ISIS cuando no quisieron volverse al Islam.
A principios de año, un adolescente cristiano del pueblo iraquí de Bartella que escapó después de vivir bajo el control de los radicales, contó como él y su madre fueron obligados a convertirse al Islam bajo amenaza de ser esclavizados.
Al principio él y su madre se rehusaron, pero los militantes les llevaron a la celda contigua y dispararon contra una persona que también se había negado.
«Nos dijeron que correríamos la misma suerte si no accedíamos,» contó Ismail. «Mi madre entonces les dijo que haríamos lo que quisieran para que no nos mataran. Les dijimos que nos convertiríamos al Islam y repetimos la oración de conversión, la Shahada.»
Ismail dijo en la entrevista que ni él ni su madre sintieron que realmente se habían convertido, solo lo hicieron porque fueron obligados. Los dos pudieron escapar después de dos años y ahora viven en un campo de refugiados en Erbil.