Una y otra vez escucho: muchos cristianos piensan que no pueden compartir el Evangelio hasta que hayan creado una amistad fuerte con alguien durante algún tiempo y se hayan “ganado el derecho de ser escuchados”. Subconscientemente han creído la mentira de Satán de que el poder de salvar esta en la fuerza de su relación con la persona a la que estén tratando de alcanzar.
No lo es.
El poder esta en el mensaje, no en el mensajero. Esta es la razón por la cual el apóstol Pablo describe el evangelio como “el poder de Dios que trae salvación a todos los creyentes…” (Romanos 1:16).
Es importante construir una relación profunda con los no alcanzados que conocemos. Crea oportunidades de compartir el Evangelio naturalmente durante el proceso de esta. Pero muchos cristianos terminan esperando y esperando por “solo el tiempo correcto” que en realidad nunca llega.
Como traer al tema el Evangelio de una forma natural
Claro, no significa que deberíamos ser molestos. Pero deberíamos ser intencionales con cada relación y cada conversación con amigos y extraños por igual. Algunas personas comienzan compartiendo sus peticiones de oración o trasfondos espirituales desde el principio. Otros no. Sea cual sea la forma, quiero intentar traer el Evangelio a la conversación tan lejos como pueda ir sin necesariamente apagar a esa persona.
Pero ha sido mi experiencia que la mayoría de las personas están abiertas a hablar sobre Dios y sus creencias espirituales cuando son abordados por la amabilidad genuina, autenticidad, y humildad. Claro, no todos ponen su fe en Jesús justo en ese momento, pero mi meta es, por lo menos, acercarlos un poco mas a la fe en Cristo.
No lo sabrás si no lo intentas
Recuerdo un orador que me dio una lectura en un evento de lideres juveniles, explicándome como el evangelismo no funcionaba en la cultural actual. Un grupo se reunió mientras el hablaba y hablaba, diciéndome que las personas no estaban abiertas a escuchar sobre Jesús a menos que primero se hubiera construido una relación a largo plazo y se haya establecido firmemente durante un periodo de tiempo.
Aunque estuve de acuerdo que debemos construir relaciones con las personas, le dije que es raro traer a Jesús mas tarde en la relación, no a principios de esta – eso es un poco falso hacerlo. Después de todo, naturalmente hablas sobre lo que amas. Y si realmente amamos a Jesús, no podemos evitar hablar de Él desde el principio.
Hice notar lo de Jesús y la mujer samaritana. Al minuto de conocerla, Él había seguido la conversación hacia un tema espiritual. En cosa de minutos, ella estaba de regreso al pueblo para compartir su testimonio con sus compatriotas samaritanos.
Mientras este orador y yo hablábamos de ida y vuelta, creció el grupo de lideres de jóvenes. Estaban interesados en nuestra conversación porque habían sentido la misma tensión en sus corazones en lo que se refiere al evangelismo.
Finalmente dije, “OK, tengo un reto para ti. Vamos tú y yo a las calles de Pittsburgh (de donde éramos originarios) y solo hablemos con las personas una hora sobre Jesús. Yo hablaré. Puedes pararte a mi lado y orar en silencio por ellos. Vamos a ver qué tan dispuestas están las personas para hablar sobre Jesús”. Fue un desafío claro, lo cual era perfecto porque soy en fundador y visionario del ministerio ¡Dare 2 Share!
Los lideres de jóvenes se reunieron al derredor de nosotros vitoreando “¡Hazlo! ¡Hazlo! ¡Hazlo!” pero este líder no estaba dispuesto a probar esta teoría.
Muchos no lo están.
¡Toma el desafío!
Por 45 años he evangelizado amigos, familia, vecinos, y extraños. Tenía relación con algunos. Otros los conocí en un avión, un gimnasio, o en un restaurante y comencé una conversación con ellos.
Jesús nos dijo que nuestra misión primaria es “ir y hacer discípulos en las naciones” (Mateo 28:19). Esto asume que tomemos la iniciativa.
¿lo estas? ¿estas orando por una oportunidad de compartir el Evangelio cada dia? ¿estas buscando convertir conversaciones diarias hacia Jesús? Si no, ¡comienza hoy!
Para ayuda sobre compartir tu fe con amor, echa un vistazo a nuestro curso intensivo sobre como compartir el Evangelio con quien sea, en cualquier lugar, en cualquier momento.