El Ministro de Asuntos Religiosos de Hungría, Miklos Soltesz, dijo que hay negociaciones en curso para decidir qué nivel de indemnización compensatoria se aplica a las iglesias minoritarias. Esta últimas han presentado y ganado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo tras ser dados de baja como grupos religiosos aprobados por el Estado.
Tras aprobarse la ley en enero de 2012, de 300 grupos eclesiales reconocidos, se pasó a sólo catorce, entre los elegidos junto a los católicos, también los protestantes (oficiales), los cristianos ortodoxos, y los bautistas y unitarios.
ANGLICANOS Y METODISTAS, SIN RECONOCIMIENTO
En cambio, otras iglesias perdieron su reconocimiento oficial, con la excusa de que no tienen raíces históricas en Hungría, incluidos los anglicanos, el Ejército de Salvación, los metodistas y los menonitas. En febrero de 2012, después de las protestas de los luteranos y los miembros de la Iglesia Reformada, el gobierno registró otras 18 denominaciones como iglesias reconocidas.
Sin embargo todavía 16 pequeñas iglesias, a quienes se les ha negado el reconocimiento, encabezados por los menonitas, fueron a la Corte Europea de Derechos Humanos y ganaron su caso en abril de 2014.
El gobierno húngaro declaró que respetaban la decisión de la corte; sin embargo, ellos no querían actuar a toda prisa porque debían “manejar el dinero de los contribuyentes con cuidado.”
Las pequeñas iglesias habían exigido en concepto de indemnización por parte del Estado el equivalente a alrededor de 6,5 millones de euros, que habrían incurrido en concepto de daños. En Hungría los ciudadanos pueden dar uno por ciento de su impuesto sobre la renta a una iglesia reconocida oficialmente.
LEY CONTRA EL FRAUDE FISCAL
La ley anterior tenía la intención de que la denominación obtuviese el reconocimiento de dos tercios de los miembros del Parlamento para estar dentro de las iglesias reconocidas. Con el endurecimiento de la ley en el año 2012 el gobierno pretendía evitar que las asociaciones se hicieran pasar por iglesias y por lo tanto accedieran a fondos públicos.
De los 10 millones de húngaros, un 55 por ciento son católicos, el 16 por ciento protestantes reformados y el 3 por ciento luteranos. Un 14,5 por ciento no pertenece a una denominación.