Un nuevo reporte ha revelado que la pandemia del COVID-19 que llevó a la muerte de mas de 4 millones de personas a nivel mundial también causó un alza en el número de niños que están ahora huérfanos.
Para el mes de abril, más de un año después de que los países a nivel mundial fueran golpeados por la gran pandemia del coronavirus, se estima que hasta 1.5 millones de niños menores de 18 años han perdido a su madre, padre, abuelo o tutor quien murió por complicaciones de COVID-19.
El reporte, titulado “Niños: La Pandemia Oculta 2021”, estresa que las implicaciones de una pandemia son “para toda la vida e intergeneracionales”.
El reporte indica que “Los datos de muertos y enfermos claramente han enfocado su atención en la carga trágica y desproporcionada entre los adultos mayores – sin embargo, esto ha servido para desviar la atención y alejar el entendimiento de las necesidades de los niños del mundo”.
Debido a esto, el reporte sugiere que las respuestas globales y nacionales deberían también enfocase también en los niños quienes han perdido a sus padres o cuidadores por el COVID-19.
Organizaciones de bienestar infantil basadas en la fe que son parte de Faith to Action Initiative han respondido al reporte al hacer notar que a pesar de que muestra las circunstancias de los nuevos huérfanos a nivel mundial, también falla en mostrar la necesidad de invertir en cuidado basado en la familia y en fortalecer a las familias vulnerables.
Estos grupos, los cuales incluyen a Christian Alliance for Orphans, Bethany Christian Services, World Without Orphans y Faith in Action, están alentando a las iglesias a tomar acción al ayudar financieramente a las familias que están sufriendo tales perdidas para asegurar que los niños quienes perdieron a uno o mas de sus tutores no sean enviados a los orfanatos, si no que sean cuidados por familia o parientes que tengan.
Elli Oswald, director ejecutivo de Faith to Action Initiative, dijo que las iglesias son las más indicadas para llevar a cabo la intención de Dios para una familia y “están mejor acomodadas” para responder a los niños huérfanos al asegurar “que un niño nunca necesite ser puesto en un orfanato”.
En una entrevista previa con The Christian Post, Oswald dijo que la crisis global de niños huérfanos es un problema con solución y explicó como el cuidado dentro de un orfanato o el hogar de un niño es mucho mas costoso que mantener una familia que cuide al niño.
“Cuando consideras los costos de sueldo del personal, las instalaciones, y todas las necesidades directas de un niño, así como la programación adicional, es fácil ver como mantener los niños en familias seria mucho menos costoso” dijo ella. “En muchas partes del mundo, familias pobres utilizan los orfanatos como un mecanismo de supervivencia – una forma para las familias de asegurar el acceso a servicios o mejores condiciones materiales para sus hijos. Consecuentemente, las instalaciones residenciales se vuelven costosas y una forma ineficiente de sobrevivir con la pobreza y otras formas de estrés del hogar”.
Oswald también citó tres estudios que encontraron el cuidado residencial en Suráfrica y Europa Central y del Este eran cuatro a 15 veces más costosas que la reintegración o transición de un niño de regreso a su familia. Esos estudios pueden ser leídos aquí, aquí y aquí.
La nueva ola de huérfanos como resultado del COVID-19 “es devastadora y hace notar la necesidad de una respuesta global masiva”, dijo Karmen Frensen, coordinadora principal para Worlkd Without Orphans, en una declaración compartida con CP. “Pero esta vez – a diferencia de otras emergencias previas – hemos tenido la oportunidad de hacer las cosas bien, por que sabemos que es lo que trabaja.
“Ahora es el tiempo de invertir en fortalecer las familias y desarrollar un cuidado familiar, no orfanatos”, añadió ella. “Y darle la vuelta al mundo, son las iglesias las que idealmente están localizadas para proveer el apoyo completo que las familias en crisis necesitan tan urgentemente”.
Chis Palusky, presidente y CEO de la agencia de adopción Bethany Christian Services, dijo que todos los niños “tienen un derecho dado por Dios de crecer en el amor y cuidado de una familia”.
La solución para el 1.5 millón de huérfanos, dijo él, es “el cuidado amoroso de una familia” en vez de otro orfanato.
“La Biblia enseña a los seguidores de Jesús alrededor del mundo a cuidar por los huérfanos”, continuó Palusky.
“También enseña a los cristianos que Dios pone a los solitarios en las familias…nosotros urgimos a los cristianos a apoyar los esfuerzos para fortalecer las familias y comunidades vulnerables, reunificar familias, y colocar a los niños que no tienen un tutor en familias amorosas, para que los niños nunca tengan que vivir en orfanatos”.
Jedd Medefind, presidente de Christian Alliance for Orphans, reiteró como la Escritura y la ciencia social afirman que el mejor lugar para que un niño crezca es dentro de “una familia segura, permanente y que lo nutra”.
“Esta tragedia trae un inmenso reto y una oportunidad inmensa”, dijo Medefind. “La comunidad local capaz de hacer una diferencia en el mundo – restaurar familias rotas, fortalecer a las familias que están pasando dificultades y dándole la bienvenida a los niños en familias nuevas cuando sea que lo necesiten”.
El reporte fue producido por los Centros de Control de Enfermedades y Prevención, USAID y World Without Orphans, junto con expertos globales de cuidado infantil dentro de la Organización Mundial de la Salud, World Bank y por instituciones con un nivel de educación mas alto.