La comida es escasa durante la estación seca de Sudán del Sur que es cuando la tierra se vuelve café, polvorienta y desolada. Los residentes y miles de refugiados se vuelven mas vulnerables a la inanición y enfermedades.“La estación seca prueba ser difícil para Sudán del Sur,” dijo Collins Enabu, el Subdirector de Programas del Pais para Samaritan’s Purse. “Cuando las personas no pueden plantar y cultivar su cosecha, vemos más personas hambrientas y más niños sufriendo de malnutrición.”

El Samaritan’s Purse supervisa las distribuciones mensuales a refugiados y comunidades locales en asociación con el World Food Program. Más de 400.000 personas a través del país reciben ayuda básica en alimentos incluyendo sorgo, aceite para cocinar, chicharos y sal. Estas raciones pueden alimentar a una familia refugiada por hasta un mes.

En el estado de Ruweng en el norte de Sudán del Sur, el Samaritan’s Purse ha servido a la comunidad de refugiados ya por mucho tiempo – ahora suman un total de más de 166.000 – de las Montañas de Nuba. Solamente en el campo de refugiados de Ajuong Thok nosotros distribuimos mensualmente comida a mas de 37.000 refugiados.

“Los refugiados que viven en Ajuong Thok han enfrentado tanta devastación y dificultades a través de los años de guerra en Nuba,” dijo Collins. “Estamos agradecidos por la provisión de Dios para estar aquí y ayudar a aliviar algunas de sus cargas y asegurarnos que tengan alimentos para comer.”

El Samaritan’s Purse opera proyectos desde cinco bases en los campos primarios en Sudán del Sur. A parte de comida, seguridad y proyectos de sustento nuestros equipos también se enfocan en agua y limpieza, cuidado de la salud, nutrición y asociaciones continuas con las iglesias locales.