En el último año, más de 100 mil cristianos han huido de los terroristas de ISIS. La mayoría está esparcida alrededor de Oriente Medio. Pero una institución cristiana está impulsando una propuesta para que países alrededor del mundo reciban a estos refugiados.
Los cristianos en Oriente Medio enfrentan la peor situación de los últimos siglos. Los observadores de derechos humanos dicen que el occidente debe prestar atención.
“Ellos necesitan saber que los cristianos enfrentan un genocidio. Tienen que ayudar a estos cristianos. Tienen que ayudarles con su oración y auxiliarlos para que puedan salir «, dice Nina Shea, del Centro de Libertad Religiosa, Instituto Hudson.
Después que ISIS conquistó Mosul y áreas de Irak hace más de un año, miles de cristianos encontraron refugio en Kurdistán, Jordania y el Líbano. Ahora, no pueden regresar a casa y no pueden trabajar.
Nina Shea dirige el Centro de Libertad Religiosa en Washington.
“ISIS los despojó de todos sus bienes. Cuando fueron al exilio, fueron a refugios seguros que no les dan estado de residencia, no les permiten trabajar, entonces no tienen dinero. Es un panorama sombrío”, comenta Shea.
Shea se asoció con el productor de Hollywood, Mark Burnett, con el objetivo de marcar una diferencia a favor de los inmigrantes.
“Hemos decido que en los casos más necesitados deben irse. Deben empezar de nuevo sus vidas. Deben restablecerse en países que les den permisos de trabajo, que les permitan reconstruir sus vidas”, expresa Shea.
Ellos planean restablecer a estos cristianos en un entorno confortable.
“Para los armenios, Armenia, son cristianos por supuesto. Para la comunidad ortodoxa buscamos los países ortodoxos, tal vez Georgia, tal vez Rusia o quizás algún país de Europa del Este. Para los protestantes buscamos países occidentales», comenta Shea.
Si bien las cifras son alarmantes, Shea añade que los cristianos enfrentan un peligro mayor.
“Ahora, la diferencia con los cristianos es que debajo del conflicto, no solo huyen del conflicto sino que se alejan de la persecución dirigida hacia ellos”, asevera Shea.
Ella llama a la Iglesia no solo a orar, sino también a involucrarse.
“La Iglesia de occidente, y el mundo libre, en Latinoamérica, tiene que orar todo el tiempo, quiero decir, no solo una vez al año, sino orar cada domingo en la congregación por esos cristianos perseguidos. Si pueden contactar a sus representantes políticos y a los candidatos gubernamentales para decirles que deben también albergar una porción de cristianos”, concluye Shea.