Funcionarios de Chichiltepec, México, firmaron un acuerdo esta semana para que Casto Hernández, de 31 años de edad, y su primo Juan Placido Hernández, de 26 años, pudieran volver a casa en presencia del Ministerio Público del estado de Hidalgo.

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Los ministerios “CSW” e “Impulso 18”, al enterarse del caso, les dieron ayuda espiritual, económica y legal durante todo el proceso. Permanecieron encarcelados y fueron torturados a renunciar a su fe pero nada hizo que ellos la negaran, por el contrario su confianza permanecía en el Señor. Debido a que el Ministerio Público canceló las audiencias en varias ocasiones, el caso se prolongó durante casi un año; pero en octubre del 2015, concederían dejarlos libres pero sin garantías de respetar su religión.

Entonces desistieron y decidieron luchar por conseguir el inicio de un cambio hacia la libertad religiosa en su nación. La espera valió la pena y regresaron triunfantes a su hogar. Representantes de ambas organizaciones cristianas celebraron la victoria a la libertad religiosa. «Nosotros, y lo más importante Castro y Juan Plácido, estamos muy satisfechos con el resultado de este proceso», dice el Dr. Jorge Lee Galindo, director de Impulso 18.

«Esperamos que este caso siente un precedente en México y contribuya a un cambio general en la cultura», añade. «Estamos tremendamente alentados por las acciones del Ministerio Público del estado de Hidalgo esta semana y por el reconocimiento de las autoridades del pueblo ‘que la libertad de religión o de creencias debe ser garantizada para todos», comenta Mervyn Thomas, director ejecutivo de CSW.