Hoy quiero contarte una historia muy común en las empresas actuales:
Había un grupo de cuatro personas que se llamaban: “Alguien” “Nadie”, “Todos” y “Cualquiera”. “Todos” estaba seguro de que “Alguien” haría un trabajo importante que “Cualquiera” podría hacer. Pero “Nadie” lo hizo. “Alguien” se disgustó porque pensó que era el trabajo de “Todos” y que “Cualquiera” podía haber exigido de “Alguien” que lo hiciera; y podía haber acusado a “Cualquiera” por no realizar el trabajo que “Todo el mundo” debía hacer. Conclusión: Si “Alguien” trabaja, con amor e interés, entonces, “Nadie” culpará a “Cualquiera” porque “Alguien” habrá hecho el trabajo en que “Todo el mundo” debe participar. No hay que esperar que otro realice lo que compromete mi responsabilidad.
Esta situación se vive a diario y genera mucho estrés, mucha fricción en los equipos de trabajo y atenta contra los resultados del negocio.
Pues Dios no es Dios de desorden sino de paz (1Co 14:33), y lo mismo debemos implementar nosotros. El orden implica designar un responsable de ejecutar cada tarea, alguien que supervise y apruebe, alguien a quien consultar y alguien a quien informar una vez realizada la tarea.
Dios estableció reyes, profetas, sacerdotes, obispos, generales de ejércitos, maestros, discípulos y muchos roles más, donde cada uno tiene una responsabilidad específica, y no puede asumir la tarea de otros. Esto lo vemos claramente entre el Rey Saúl al asumir el rol del Profeta Samuel:
1 Samuel 13:9;13
9 Saúl ordenó: «Tráiganme el holocausto y los sacrificios de comunión»; y él mismo ofreció el holocausto.
13 —¡Te has portado como un necio! —le replicó Samuel—. No has cumplido el mandato que te dio el Señor tu Dios. El Señor habría establecido tu reino sobre Israel para siempre, 14 pero ahora te digo que tu reino no permanecerá.
La Matriz RACI nos ayuda a evitar este tipo de inconvenientes, nos da claridad en la ejecución de las tareas y trae orden a la organización, impactando positivamente en los resultados.
Esta es una matriz de asignación de responsabilidades y su nombre proviene de los roles que se asignan:
R (Responsable): Quien debe ejecutar la tarea
A (Aprobador): Responsable de que la tarea se haga
C (Consultado): Se le puede realizar consultas al ejecutar la tarea
I (Informado): Se le debe informar sobre el avance de la tarea
Cada tarea debe tener un solo Responsable de ejecutar y se puede designar un suplente, especificando en qué caso debe asumir ese rol. No es necesario a cada actividad signar los 4 roles pero sí deben contar como mínimo con un R y con un A.
Aplicar esta matriz a cada miembro de la organización y los equipos en general, seguramente traerá orden, eficiencia e impactará de manera positiva en los resultados de tu negocio.
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