En una reciente entrevista con la AFP, Jeric Soriano, el consejero espiritual de Pacquiao dijo que el boxeador es “un hombre de Dios. Ama a Dios en su corazón”.
Pacquiao sueña ahora con convertirse en pastor y está construyendo un lugar de culto de 6.000 metros cuadrados en General Santos, su lugar de origen en el sur de Filipinas.
El pastor Boy Buan, encargado de supervisar la construcción, apunta que el templo podrá acoger a 5.000 personas y que se llamará La Palabra para Todos.
Con la ayuda de su consejero espiritual, Pacquiao ha tratado de adaptar al máximo posible su vida a las enseñanzas de la Biblia.
Dios le habló en sueño
“Me di cuenta de que antes era una persona débil. Si me hubiera muerto el año pasado, creo que mi alma se habría ido al infierno”, declaró entonces el boxeador filipino a la prensa. “Tenía fe, pero estaba haciendo cosas que iban en contra de los deseos de Dios”, añadió.
Pacquiao aseguró que Dios se le apareció en un sueño y que eso le hizo cambiar de vida. “Estaba en un bosque, una fuerte luz se dirigió a su cuerpo y una voz le preguntó: ‘¿Dónde estás? ¿Por qué me has abandonado?’, afirmó.
Pacquiao estaba llorando en el sueño y despertó de golpe con la almohada mojada por sus lágrimas. A partir de ese momento, cuenta Soriano, el boxeador se dio cuenta de que tenía que abrazar la fe para reencontrar su camino.