Poco menos de un mes después que las tropas norteamericanas dejaran Afganistán, los Talibanes han estado apresando, y en algunos casos ejecutando a las personas que perciben como sus enemigos. Fotografías recientes y videos sugieren que están matando entre 30 y 40 personas al mismo tiempo, dijo David Eubank, ex oficial de las Fuerzas Armadas Especiales de Estados Unidos y misionero cristiano.
La manera en que Estados Unidos se retiró fue ‘deshonrosa, y horrible en la forma de romper una promesa… dejando a miles atrás, con la ilusión de que se los sacaría de allí, incluyendo ciudadanos americanos», dijo Eubank, que provee ayuda humanitaria en zonas de guerra.
En algunas instancias, la retirada fue ‘cobarde’, continúo, hablando desde Tajikistán, lugar vecino de Afganistán y al que huyeron muchos después de la llegada de los Talibanes.
«Los Talibanes están cazando a las personas ahora mismo, tratan de conseguir los datos de todos los que consideran enemigos», dijo Eubank, agregando que ‘enemigos incluye cualquiera que haya trabajado con el gobierno norteamericano, otros gobiernos u organizaciones con ideología diferente a la suya’.
Eubank, que desde Tajikistán ayuda a los afganos, también dijo: «muchos son ejecutados… he visto fotos recientes de 30 o 40 personas ejecutadas todas juntas».
Eubank aclaró que desconoce la escala de asesinatos o arrestos, pero cree que se están dando en todo el país.
Los Talibanes están permitiendo a los ciudadanos americanos, que tienen identificación, a salir del país. Pero cualquiera que «no tiene papeles, cualquiera que se perciba como enemiga, será arrestado y hasta ejecutado».
Las personas en Afganistán «están aterrorizadas», según Eubank.
En el sitio web de Eubank se puede leer que la organización ha ayudado a 1.5 millones de desplazados hasta la fecha, gente que de otra forma hubiese muerto.
El lema de Eubank es «el amor es el antídoto para el mal».
El misionero compartió: «Estoy motivado por lo que Jesús hace por mí y quiero compartir de Su Amor y alentar a otros a seguirle. No estamos guiados por el confort, el miedo o el orgullo, sino por el Amor que Dios nos da. Vamos a áreas de combate para salvar vidas y compartir amor».
Seguido a la salida de las tropas norteamericanas de Afganistán, los Talibanes tomaron rápidamente el control del país, comenzando por la capital de Kabul y forzando al gobierno a huir.
La organización International Christian Concern advirtió la semana pasada que los Talibanes están persiguiendo a manifestantes y periodistas, además de las minorías religiosas. También ha aumentado la opresión y persecución ya que los extremistas han prometido establecer la estricta ley Sharia por la fuerza.
Casi todos los Afganos cristianos -que se estima son entre 8.000 y 12.000- son convertidos del Islam y se mantienen ocultos de la vista pública por temor a la severa persecución.
«Su status como convertidos los convierte en blancos directos de la persecución, tanto de parte de los extremistas como de la sociedad en general», reporta ICC. «En Afganistán, dejar el Islam es considerado extremadamente avergonzante y se puede enfrentar consecuencias mortales si se descubre la conversión».