Muchas veces me he preguntado ¿Qué es lo que hace que los niños regresen a McDonald’s?
¿Las hamburguesas pequeñas, o el helado, tal vez el juguete o el menú infantil acompañado del patio de juegos lleno de colores?
Me acuerdo que mi hijo cuando era pequeño un día se cambió solo y me dijo hoy iremos a buscar una cajita feliz. Le dije hoy no es sábado.
Él sabia que los sábados después de la iglesia saldríamos a merendar.
Mi preocupación fue: Le gusta más ir a merendar y jugar en la plaza colorida que la escuela dominical.
¿En que estamos fallando como maestros?
No estoy diciendo que preparemos nuestras escuelas bíblicas en centro de entretenimiento.
Debemos saber ¿Qué es en este tiempo lo que a los niños les atrae?
Ellos saben si el lugar fue acondicionado para recibirlos, si hay colores, regalos, canciones, tiempo de juego. Reunión de amigos y que se puedan expresar libremente, películas, Y por supuesto manualidades creativas.
Que sean escuchados y valorados igual que los adultos.
Y que las clases bíblicas no sean repetitivas o aburridas. Hay que acondicionarlas según la edad del niño.
De eso se trata los sermones infantiles o el culto de niños.
El rey Salomón lo dijo todo tiene su tiempo debajo del cielo. (Eclesiastés 3:1)
Los sermones infantiles y los cultos de niños, les mostrará a la comunidad que los niños tienen un lugar importante en el Reino de Dios.
Te recuerdo que la iglesia de niños no es una guardería, es el lugar de entrenamiento de discípulos que hoy son niños y mañana ocuparán nuestro lugar.
Pensar en Pequeño, es pensar en Grande.
Tarea leer: Mateo 18
Anotá todo lo que descubras sobre los niños.
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