El Espíritu Santo es el miembro menos conocido de la Trinidad. Muchos cristianos saben mucho acerca de Dios Padre y Dios Hijo, pero no muchos saben acerca de Dios Espíritu Santo. Algunas denominaciones ni siquiera reconocen que el Espíritu Santo es Dios.

Según una investigación de Barna en 2021: “El estudio muestra, en general, que mientras la mayoría de los americanos se identifican a sí mismos como cristianos, que creen que Dios es todopoderoso, omnisciente y creador del universo; más de la mitad rechazan muchas enseñanzas bíblicas y principios, incluyendo la existencia del Espíritu Santo.

La falta de conocimiento acerca de quien es el Espíritu Santo ha llevado a muchos a blasfemar contra Él. Aún, los que creen en Él no consideran que tenga personalidad. Algunos usan pronombres inanimados para describirlo porque no creen que Él sea una persona (Juan 16:7). Muchos lo entristecen por no saber que tiene sentimientos (Efesios 4:30). Muchas cosas se han dicho que son un sacrilegio para el Espíritu Santo, ofensivo y profano por quienes dicen adorarle. La ignorancia es la montaña más grande de oposición en el Cristianismo y mientras más.informados estemos mejor.

El Espíritu Santo es el arma ejecutiva de la Trinidad. El mundo fue creado por Él cuando se movía sobre las aguas en Génesis 1. Él fue uno de los que escribió la Biblia (2° Timoteo 3:16). Él fue el responsible del milagroso nacimiento de Jesús (Lucas 1:35). Todos los milagros que hizo Jesús fueron por el Poder del Espíritu Santo (Mateo 12:28). Jesús fue capaz de ir a la Cruz para ser crucificado por la salvación de la humanidad gracias a la guía del Espíritu Santo (Hebreos 9:14). Jesús hubiese quedado en la tumba si no hubiera sido por el Espíritu Santo (Romanos 8:11). Después que Jesús comisionara a los Apóstoles, estos no tenían motivación para predicar el Evangelio hasta que el Espíritu Santo los empoderó en el Día de Pentecostés (Hechos 2). No hubiera sido posible conocer a Jesús sin convicción del Espíritu Santo (1° Corintios 12:3). El Espíritu Santo es poderoso en muchas maneras.

Desarrollé una fuerte admiración por el Espíritu Santo cuando leí lo que Jesús dijo cerca de hablar en su contra. “Les digo, cualquier pecado y blasfemia les serán perdonados, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será personada. Cualquiera que hable en contra del Hijo del Hombre, le será perdonado; pero cualquiera que hable en contra del Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en esta era ni en la venidera” (Mateo 12:31-32). Está advertencia de Cristo es espeluznante y debería ser tenida en consideración. El pecado eterno es una ofensa que no se puede esconder bajo la alfombra, no importa cuan lleno de Gracia pensamos que Dios está.

Debemos recordar que cuando Jesús hizo esta advertencia fue porque había observado a los Judíos diciendo que, Él echaba fuera demonios por el poder del diablo. Esto significa la negación de la Obra del Espíritu, atribuyendo a otros poderes la gloria lo que es una blasfemia. Cuando “hombres poderosos de Dios” abusan de su oficio, están peligrosamente cerca de blasfemar contra el Espíritu Santo. La Profecía es uno de los dones vocales del Espíritu, y abusar de la profecía, diciendo que el Espíritu dijo algo que en realidad no fue, es blasfemar en su contra.

La blasfemia es una ofensa sería en las tres religiones abrahamicas. Por ejemplo, en el Islam es una ofensa que acarrea la pena de muerte. Aún en los días de Jesús, los Blasfemos eran ejecutados:

“Pero Jesús se mantuvo callado y no contestó. Entonces el sumo sacerdote le preguntó: —¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito?. Jesús dijo: —YO SOY.* Y ustedes verán al Hijo del Hombre sentado en el lugar de poder, a la derecha de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. Entonces el sumo sacerdote se rasgó las vestiduras en señal de horror y dijo: «¿Para qué necesitamos más testigos?. Todos han oído la blasfemia que dijo. ¿Cuál es el veredicto?». «¡Culpable! —gritaron todos —. ¡Merece morir!». (Marcos 14:61-65)

Cristo fue crucificado por un supuesto caso de blasfemia.

El Cristianismo es diferente del Islam y el Judaísmo por el inmerecido favor de Dios hacia la humanidad, a través de la sangre de Cristo derramada en la Cruz. Los Cristianos no condenan a nadie a la muerte por causa de blasfemia, pero eso no nos habilita para seguir blasfemando. ¡Dios nos libre! Es importante que tomemos en cuenta la advertencia de Cristo contra el Espíritu Santo, porque es un pecado imperdonable aquí y en la era venidera. Si la blasfemia contra el Espíritu no será personada, ¿qué será de aquellos que por ignorancia caen en este pecado?

Los cristianos deberían evitar hablar inconscientemente contra el Espíritu Santo. Aquellos que nieguen su existencia son culpables de apostasía. Aquellos que falseen milagros, profecías y testimonios son culpables de blasfemia. No deberíamos comportarnos con Dios tan confiadamente que nos lleve a tomar su Palabra por sentado. Debemos guardar la advertencia de Cristo en nuestros corazones y actuar con cautela, eso es una manera de asegurarnos poder escapar del pecado imperdonable.