Lauren Holiday, una de las estrellas de la Selección Femenina de Fútbol de Estados Unidos y de la Liga Nacional de Fútbol Femenino, ha sido reconocida muchas veces por dirigir al equipo de su país a la victoria en varias competiciones internacionales.
Sin embargo, la centrocampista no quiere que la reconozcan a ella, sino a alguien mucho más importante: Jesucristo.
«Éxito es ser la mejor jugadora de fútbol que uno pueda ser. Pero lo maravilloso acerca de amar a Jesús es que no se trata de mí. Y el centro de atención no está en mí», dijo la deportista de acuerdo a Breaking Christian News.
«Así que cuando salgo al campo a jugar por esa medalla de oro, tengo la oportunidad de jugar con libertad. Porque no me tengo que preocupar por cómo anotar o si anoto o qué pasa si perdemos o si hacemos mal un pase, porque el éxito no está determinado en eso con Cristo», agregó.
Holiday explicó que a ella le encanta ganar, y que al Señor le gusta, cada vez que logra la victoria , pero incluso si no la obtiene, su identidad sigue sin cambiar. Ella sigue siendo una seguidora de Jesucristo, ya sea que pierda o gane. La joven dice que siempre opta por ser humilde y darle la gloria a Dios.
La futbolista ha sido galardonada en el 2014 como Atleta del Año del Fútbol Femenino de Estados Unidos, junto con cuatro premios NCAA All-America y dos medallas de oro olímpicas. Pero Holiday dijo a la Asociación de Atletas Cristianos que nada se compara con la oportunidad que se le ha dado de seguir a Cristo y compartir al mundo su relación con Él.
La atleta apasionada dijo que sabe que ha sido bendecida con un propósito.
«Sé que no me dieron estos talentos para ser mediocre», dijo. «Dios me ha bendecido abundantemente con la posibilidad de jugar al fútbol en juegos mundiales. Cada vez que pongo el pie en el campo, sé que, a través de mi esfuerzo y jugando, estoy glorificándolo. Él me dio el escenario del mundo para compartir su Evangelio, y eso es espero que es lo que hago».