Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, De cierto lo menospreciarían. Cantares 8:7 RVR1960

Como podemos leer en este pasaje Bíblico, la palabra de DIOS nos referencia acerca de «las muchas aguas», diariamente los matrimonios deben enfrentar momentos donde como en un río o mar el caudal de agua no siempre es igual.

Hace poco disfrutando de unos días de vacaciones en la provincia de Córdoba, Argentina, junto a mi familia tuve la oportunidad de aprender algo nuevo, me llamo la atención la gran distancia entre los lugares para acampar y el río, dado que en la provincia de Buenos Aires donde vivimos se puede acampar prácticamente a la orilla del mismo, sin ningún problema.

Fue así que empece a preguntar a los lugareños el motivo de tal decisión, descubriendo cuanto me faltaba de aprender todavía, me explicaron que los ríos reciben su caudal directamente de las montañas, donde de pronto puede haber una gran lluvia en la cima, sin que nos demos cuenta, aunque en la ciudad este soleado.

Este fenómeno de la naturaleza hace que un gran caudal de agua descienda por los ríos y crezcan en tan solo minutos, hasta varios metros arrasando con todo lo que tiene a su paso sin un previo aviso, por tal motivo y para resguardar la vida de desprevenidos como quien les cuenta, hasta la ocasión es que no se permite acampar a menos de cien metros del río aproximadamente.

Así como sucede en la naturaleza, podemos ver también en la vida matrimonial que somos expuestos a crecidas de agua y torrentes tan fuertes los cuales parecieran arrasaran con nuestras vidas, situaciones tan repentinas y violentas, que pareciera que todo va a terminar, pero sabes una cosa?
También podemos prepararnos para recibir estas crecientes sobre nuestras vidas y sabiendo que el sol de justicia volverá a resplandecer sobre nuestro matrimonio.

Cuando nuestro amor esta fundamentado en DIOS quien es nuestro creador y tiene un inmenso amor por sus hijos no hay caudal de agua el cual pueda destruir tu matrimonio.

Por ello es necesario que podamos tener estrategias de contención ante emergencias, poder sostener a nuestra esposa/o en medio de cualquier situación, teniendo el amor, la fe, la confianza y el valor de saber que esto será momentáneo y nuevamente el caudal en el río del matrimonio volverá a su cause normal, y así poder disfrutar de la paz, el gozo y la alegría de tener un matrimonio el cual las corrientes de este mundo, ni las muchas aguas lo podrán derrumbar.

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó,porque estaba fundada sobre la roca.

Por Fabian Casas