Cada lágrima que derramarste en oracion delante de Dios, no es en vano, se convertirán en cosechas de Alegrías en tu vida. «

Los que con lágrimas sembraron, con regocijo cegaran». Estás no son lágrimas que derramaste al desahogarte sentimentalmente con un amigo. Son lagrimas depositadas en la presencia del Padre Celestial, y al mismo tiempo después de dejarlas delante del Señor, seguiste trabajando, porque sembrar implica una «Acción», » Seguir adelante » y descansar en Dios, aprender a descansar en El, aunque sea muy difícil tu situación.

Esa Siembra, traerá como Cosecha, días de alegría, risas, felicidad plena; una satisfacción dentro tuyo , que solo Dios puede darte. Un sentimiento inexplicable, donde las palabras humanas, no alcanzan para describir, lo que experimentamos dentro nuestro, al ver la respuesta de una oración realiza con lágrimas, derramadas durante mucho tiempo en la presencia de nuestro Dios.

Paz, estás dejando en el mejor lugar tus lágrimas, y cada una de ellas son tomadas en cuenta por nuestro Dios, con mucho amor. Pronto levantarás una cosecha grande, que llenará de alegría tu corazón.

«Cuando Dios nos hizo volver 
de Babilonia a Jerusalén,
creíamos estar soñando.
 *De los labios nos brotaban
risas y cánticos alegres*
Hasta decían las demás naciones:
«Realmente es maravilloso
lo que Dios ha hecho por ellos».

 ¡Lo que Dios hizo por nosotros
fue realmente maravilloso,
y nos llenó de alegría!
 Dios,
devuélvenos el bienestar,
como le devuelves al desierto
sus arroyos.
*Las lágrimas que derramamos
cuando sembramos la semilla
se volverán cantos de alegría
cuando cosechemos el trigo*
Salmos 126