En el curso de unos pocos días, he tenido múltiples amigos cristianos a quienes individualmente no había visto o de los cuales no había escuchado en mucho tiempo y me han buscado para hacer la misma pregunta: “¿sabes de alguna iglesia a donde pueda ir a adorar?”
Para estar seguro, la actividad de ida y vuelta de andar de una iglesia a otra ha estado con nosotros desde siempre, sin embargo, lo que es nuevo es la tendencia decepcionante de despido total de la iglesia que tienen algunos. Algunos creyentes parece que están tirando la toalla y se están rindiendo al mismo tiempo. Casi dos tercios de la Generación Z y los Milenials están entre el grupo, esto de acuerdo a un estudio llevado a cabo por la American Bible Society.
Mientras escuchaba a mis amigos explicar el dilema de sus sentimientos a la iglesia, y después pensar en la angustia que mi propia familia ha experimentado con exactamente la misma cosa, tuve una epifanía que creo explica el problema.
Los verdaderos cristianos dejan una iglesia cuando no pueden adorar a Dios propiamente.
Tocando el asiento eyector
Cuando se habla del tema de por qué los miembros de la iglesia se van, los pastores comúnmente ponen los ojos en blanco y con buena razón. La naturaleza mezquina de razones que son dadas por algunos asistentes para desechar una iglesia puede bordear lo extraño.
La selección del color de alfombra en el recibidor de una iglesia y la elección de la ropa del pastor son razones que las personas me han dado de por que tocan el asiento eyector en una iglesia. Me he mordido la lengua tan duro durante algunas de esas conversaciones que de hecho me he sangrado.
Pero las personas que me han buscado recientemente sobre su predicamento de la iglesia son la antítesis de ese tipo de espíritu. Estos chicos son sólidos, creyentes maduros que priorizan a Dios en sus vidas y no se alteran por asuntos triviales que suceden en un cuerpo local.
Para ellos (y para mi) se trata de permitir entregarle a Dios una forma aceptable de adoración mientras estén presentes en una asamblea. Cuando eso no puede suceder, el Espirito dentro de ellos demanda acción.
Antes de que yo continúe, déjenme definir los términos para que estemos en la misma página. Cuando digo “adoración”, estoy seguro de que muchos de ustedes piensan en música que se toca durante un servicio. A pesar de que la música es uno de los ingredientes de adoración, es mucho más que eso.
Adorar, o “adoración que valga la pena”, es definido por John MacArthur como, “honor que se le da a un ser superior”. El termino griego utilizado para adoración en todo el Nuevo Testamento, proskuneó, confirma esto y tiene la connotación de la idea de besar a otro de manera postrada.
El mundo secular se reduce a la adoración, pero C.S. Lewis nos recuerda que la alabanza y la adoración fluyen de todos nosotros por muchas razones: “El mundo suena con alabanza – amantes alabando a su amante, lectores con su poeta favorito, caminantes alabando el campo, jugadores alabando su juego favorito. No me había dado cuenta de nada de eso que solo como hombres espontáneamente alaban lo que sea que valoran, así que ellos espontáneamente nos urgen a unirnos a ellos a alabarlo: ‘¿no es hermosa?, ¿no fue glorioso?, ¿no piensas que es magnífico?’ Los salmistas al decirle a todos que alaben a Dios están haciendo lo que todos los hombres hacen cuando hablan de lo que les importa”.
A pesar de que los jóvenes vienen a la iglesia por lo que puedan obtener, los creyentes maduros asisten por lo que quieren dar, lo cual es una verdadera adoración a Dios. Y cuando se deshabilita esa búsqueda, ellos buscan un entorno diferente.
La razón, como lo explica John MacArthur, es que, “la adoración no es un apéndice a la vida; la adoración es el núcleo de la vida”. Se llena y es algo a lo que no puede negársele expresión.
La expresión de adoración involucra el intelecto, así como la emoción, razón por la cual la alabanza es mucho más que la música seleccionada para un servicio. Tristemente, mucha de la iglesia hoy en día involucra la entrega sin sentido y rota la participación que no trae una persona ante el trono de Dios.
Cuando el mensaje carece de Palabra, demuestra una falta de estudio profundo de antemano, citas de Psychology Today más que la Biblia, y está más preocupada con historias divertidas que verdades sobre Dios…
Cuando a la música le falta significado teológico, esta vacía de referencias bíblicas, y es entregada en una forma que se enfoca erróneamente en la presentación externa…
Cuando los sacramentos significativos como el bautismo y la comunión son destrozados y manipulados en una forma irreverente….
Cuando las experiencias de nuevos nacimientos están ausentes o son extraordinariamente raras….
Entonces te quedas en un estado de cosas que hace extremadamente duro o imposible para un creyente el adorar a Dios. y cuando eso sucede, es porque la adoración está en el núcleo de su vida, ellos instintivamente buscaran otra avenida donde puedan ofrecer a Dios la adoración que Él se merece.