La policía de Tailandia ha arrestado a más de 400 refugiados cristianos paquistaníes.
Muchos de los cristianos habían sido acusados de blasfemia; pensando que Tailandia proporcionaría un lugar seguro donde escapar de la persecución religiosa en Pakistán, buscaron la condición de refugiados en el gobierno tailandés, que muy lejos de brindarles una mano amiga, los señaló como inmigrantes ilegales programados para su deportación.
Algunos de los cristianos son convertidos del Islam; desde su llegada a Tailandia, han dependido exclusivamente de las iglesias para su alimentación y vivienda.
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