La persecución a los cristianos en la India no cesa, sino que va en aumento, sobre todo a raíz de la llegada al poder del partido fundamentalista hindú Bharatiya Janata Party, el del primer ministro indio, Narendra Modi, que consiente esa persecución.

Lo último es que, tras una serie de ataques contra iglesias y escuelas cristianas en la India, un líder hindú declaró que estos hechos no son ilegales, no violan la ley y, además, se debe premiar y proteger a quienes lo hagan.

Munna Kumar Shukla, secretario general de la organización Akhil Bharatiya Hindu Mahasabha (hindúes), afirmó que el ataque contra una iglesia en la localidad de Agra no es “ilegal” y tampoco “viola la ley”.

En su opinión, “el gobierno debe premiar y proporcionar protección legal y administrativa a los hindúes que ataquen iglesias en todo el país. Las iglesias ya no son lugares de culto sino fábricas para la conversión de hindúes al cristianismo”.

Un miembro prominente de la religión cristiana decía:

La comunidad cristiana está muy golpeada y su sensibilidad ha sido profundamente herida” por las palabras del líder hindú.

“En tiempos recientes ha habido una escalada de violencia contra los cristianos y otras minorías además de declaraciones de este tipo. Todos los ataques muestran un patrón siniestro y maligno calculado para denigrar y difamar a los cristianos, ciudadanos amantes de la paz y cumplidores de la ley en India