La armonía religiosa en Sri Lanka está bajo amenaza debido a la polarización de las comunidades y al crecimiento del extremismo religioso, entre otros factores, según advierte un comunicado oficial de la ONU.
El vocero de la ONU para la Libertad Religiosa y de Creencias (FoRB por sus siglas en inglés), Dr. Ahmed Shaheed, dijo que el gobierno de Sri Lanka ha fallado en proteger a los grupos religiosos de los ataques.
Sus comentarios llegan después de que una comunidad cristiana en ese país comenzó un proceso de recuperación, después de que bombardeos suicidas destruyeran todo durante el Domingo de Pascua, que dejó un saldo de 250 personas muertas.
El Dr. Shaheed, quien concluyó una visita de 11 días a Sri Lanka ésta semana, dijo que se necesitan tomar medidas «acordes a la situación para frenar los discursos discriminatorios y los crímenes de odio en conformidad con los derechos humanos internacionales.»
«La larga tradición de la armonía religiosa y co-existencia pacífica en Sri Lanka debe ser confirmada y reforzada para enfrentar los desafíos del contexto que atraviesa el país en la actualidad», dijo Shaheed.
«Este contexto está caracterizado por un crecimiento de la politización de la religión, la polarización de las comunidades a través de la educación segregada en base a etnias religiosas, la regularización de los medios de comunicación por un sector privado, el resentimiento ante los privilegios de la mayoría, y el creciente extremismo religioso.»
El Dr Shaheed presentó su informe preliminar de la situación en Sri Lanka, y a fines de este año se presentará el definitivo. El reporte último será publicado en la 43° sesión del Consejo de Derechos Humanos en marzo del 2020.
De acuerdo a los datos preliminares, la organización Solidaridad Cristiana Mundial dijo que los cristianos y musulmanes han experimentado hostilidades en un país que es mayoría budista, incluyendo la interrupción de sus servicios religiosos, daños a las instituciones, asaltos, intimidaciones, turbas violentas y demandas burocráticas insólitas de parte del gobierno para los lugares de culto.
El jefe ejecutivo de la organización, Mervyn Thomas, dijo: «Invitamos al gobierno de Sri Lanka a extender una invitación para el vocero de Naciones Unidas, para la Libertad Religiosa y de Creencias.»
«Esto sería un paso prometedor para superar los obstáculos que estamos atravesando. Hay mucho trabajo por hacer para reparar la confianza entre los grupos étnicos y acabar con la guerra civil, la violencia basada en el odio religioso, y la falta de intervención del gobierno para proteger a las minorías. Solo así el podrá encontrar un camino hacia la reconciliación y la prosperidad.