La Mrs. Universo Tori Hope Petersen, una ex huérfana quien desafió las probabilidades contra ella en una edad temprana, es una cristiana defensora de los jóvenes huérfanos reconocida por ofrecer esperanza a los niños y animar a los adultos a responder al llamado de proveer un hogar amoroso a los niños que tienen una necesidad desesperada por estabilidad. 

Petersen escribió sobre sus experiencias siendo huérfana en su libro de memorias titulado Fostered: One Woman’s Powerful Story of Finding Faith and Family through Foster Care que ahora ya está disponible para hacer un pedido y será publicado el 15 de octubre. 

En su memoria, Petersen cuenta sus experiencias en el sistema de huérfanos, el cual es como ser un sobreviviente de abuso, su jornada para convertirse en una estrella All-American de atletismo y después ganar la Mrs. Universo 2022. Junto con sus múltiples logros, el pasado de Petersen como niña huérfana la llevó no solamente a dedicar muchas horas de su vida a ser una defensora para una reforma del sistema de huérfanos, si no ella también es una madre adoptiva e implora a que otros cristianos abran sus corazones y sus hogares a la juventud que busca una familia estable y amorosa. 

A pesar de tener una niñez de muchos retos, Petersen se convirtió en cuatro veces campeona de campo y pista en la secundaria donde también fue la primera estudiante de una minoría en lograr ese récord. Petersen también fue la mujer atleta número 50 en la historia de Ohio en ganar cuatro títulos estatales en un encuentro de atletismo. 

En una entrevista con The Christian Post, Petersen dijo que fue un milagro que ella hubiera podido sobresalir y lograr tanto en su juventud. 

En aquellos momentos cuando ella estaba en la cima de su juego, Petersen dijo que “realicé que no iba a ser una estadística y que Dios tenía algo diferente para mí”. 

Ella añadió, “yo solo quería guardar esa promesa para Dios, decir [públicamente] que ‘Dios hizo esto’. Pero también ver el milagro que yo realmente era, en lo que Dios había hecho en mi vida”. 

La reina de belleza dijo que ella se dispuso a escribir sus memorias para darle esperanza a los niños en el sistema de huérfanos, así como a los adultos que crecieron en el sistema de huérfanos. 

“Yo quería que ellos supieran que incluso si nadie los quería en su hogar, que Dios hizo un espacio para ellos en un Reino – y eso supera a la gente que te hecha a la calle. E incluso a pesar de que nadie quiere reclamarte como un hijo o hija aquí en la tierra, Dios dice, ‘Tu eres mi hijo, tu eres mi hija’, yo quería que ese mensaje fuera realmente claro’, estresó Petersen. 

Como niña en el sistema de huérfanos, Petersen fue movida a 12 hogares diferentes. A pesar de que algunas personas habían predicho los peores resultados para su vida, decirle que ella se había convertido en una estadística o crecer para sufrir de una enfermedad mental como su madre, ella rompió las proyecciones negativas con la ayuda de un entrenador de atletismo quien cambio la trayectoria de su vida. Él habló “palabras de vida” sobre la atleta y la entrenó y la guio. Durante esa época, ella también asistía a la iglesia y aprendía sobre Jesús. 

En la iglesia, a Petersen se le dijo que ella era “ungida” y “escogida”, y pronto comenzó a compartir su testimonio.

Así como su entrenador tomó acción para animarla a apuntar por la grandeza, Petersen dijo que una de sus metas al escribir y libro fue para “propulsar a las personas” y ayudarles a imaginar más para ellos mismos. 

“Hay personas en la sociedad contra las que todos instantáneamente tenemos prejuicios. Que simplemente decimos, ‘Oh, esa persona viene de este trasfondo. Bueno, eso significa que son X, Y, y Z’. Y yo realmente quería propulsar a las personas a pensar diferente sobre aquellos que están en las afueras, personas quienes están en los márgenes. Porque hay personas quienes me vieron como una estadística y entonces hubo personas quienes me vieron como Dios me veía”, dijo Petersen.  

“Porque de esas personas, me vi a mi misma como Dios me veía, y eso es lo que me animó a ver a las personas como Dios las ve”. 

“Personas ordinarias”, dijo ella, como su entrenador de atletismo o un obrero de fabrica o alguien de cualquier trasfondo puede ayudar a cambiar las vidas de los niños en el sistema de huérfanos. 

“Él [el entrenador de atletismo] fue el hombre más ordinario, pero él cambió mi vida porque él escogió verme como Dios me ve”, dijo Petersen. 

De acuerdo a las estadísticas de la Fundación Annie E. Cassey, en el 2020 unos 213,964 niños menores de 18 años estaban en el sistema de huérfanos de Estados Unidos. 

Sintirse atrapados en el trauma de ser un huérfano es una experiencia común entre los niños quienes sueñan con tener un lugar permanente, dijo ella. 

Petersen hizo notar que “Creo que muchas de las veces caminamos entre la ansiedad y la depresión y el miedo y nadie nos dice que es normal, y somos avergonzados por eso, y somos culpados por eso. Así que, primero quiero decirles que está bien”. 

“Muchas de las cosas que hago, las hago ansiosamente. Muchas de las cosas que hago, las hago asustada; es solo que no me veo asustada. Todavía hay miedo en mí, todavía hay ansiedad en mí, pero simplemente sigo haciéndolas. Así que, yo diría, ‘Si, puedes estar enfrascado en tus sentimientos’. Ha habido veces cuando estuve enfrascada en mis sentimientos, pero seguí adelante, continué hacia adelante”, dio ella, animando a otros a “hacer que las cosas que están en la parte de atrás de tu mente que están en lo profundo de tu corazón que Dios te ha llamado a eso que sientes que es tu llamado. Solo da un paso hacia eso. ¡Hazlo asustado!”” 

Petersen regularmente viaja por la nación para compartir su historia. Ella también trabaja con varios ministerios y organizaciones sin fines de lucro como una consultora para jóvenes huérfanos para darle a las personas la perspectiva de una ex joven huérfana quien no conocía a Jesús. 

“Hay muchas organizaciones maravillosas sin fines de lucro que están como, ‘Vamos a hablarles sobre el Señor; eso los va a arreglar’. Yo no sé si deberíamos comenzar allí. El Señor puede hace cualquier cosa que Él quiera. Pero también, eso lo haría muy fácil para nosotros sí solo tuviéramos que decirles a las personas sobre Jesús, Jesús también quiere hacer algo en nosotros”, añadió ella. 

Peterson ahora está casada y tiene un hijo y una hija biológicos y un hijo adoptado. 

“Él [Dios] no solo quiere cuando las personas están como, ‘Oh, vamos a traer a Jesús a los pobres’. ¡No! Los pobres van a traer a Jesús a ti; tu solo tienes que llegar allí”, mantuvo Peterson. “Así que, yo solo estoy tratando de ser un recurso para estas organizaciones para que no hagamos más daño a nuestras comunidades marginadas y que realmente vayamos dentro del sistema de huérfanos, a las afueras y los estamos amando en la forma en que ellos interpretan el amor”.  

Foto: Faith Marie Photography

En su entrevista con el CP, Petersen contó ser grandemente impactada por una mujer llamada Tanya, una de sus padres de crianza, quien la llevó a ella y a su hermana a su hogar para las fiestas de temporada. 

“Ella nos llevó para Navidad y nos dio todos estos regalos. Y los abrí todos. Yo y mi hermana teníamos más regalos que sus hijos todos juntos”, dijo Petersen. “Abrimos tantos, y ese día, yo dije, ‘quiero ir mañana a Walmart y cambiar todos mis regalos navideños’. Y ella dijo, ‘OK, podemos hacer eso’. Ella me llevó al día siguiente y nos sentamos en esta larga fila, el día después de Navidad en Walmart, e intercambié todos mis regalos por colores diferentes o por tarjetas de regalo. 

“Crecí, y vi a Tanya, y yo le dije, ‘¿Por qué me dejaste hacer eso? Eso fue tan malagradecido. Y yo creía merecerlo. Tu nos estabas llevando a tu hogar; nos diste todos estos regalos literalmente dos días antes de Navidad’. Y ella dijo, ‘Eso no era algo que te hubiera comunicado amor en ese momento’. Eso me ha hablado bastante. Es la forma en la que quiero caminar en mi ministerio”. 

La ex atleta dijo que ella no solo quiere alcanzar personas con principios y lecciones. Más bien, ella “apunta a amar a las personas en el momento”. 

“Quiero amarlos en como ellos interpretan el amor en una forma que los acerque hacia el corazón de Jesús”, añadió Peterson. 

En su libro Fostered, ella también anima a la iglesia a ser radicalmente hospitalaria. 

“Hemos escuchado en los medios, lo hemos visto en Twitter y/o en Instagram cuando Roe v. Wade fue desestimada, algunos cristianos estaban diciendo, ‘okay, ahora nos pondremos a trabajar’. Eso es muy frustrante para mí porque deberíamos haber estado haciendo el trabajo. Una ley, una póliza, no debería impactar lo que estamos llamados a hacer como creyentes y discípulos de Jesús. Estamos llamados a caminar al llamado ya sea si la póliza o la ley es aprobada o no”, acertó ella. 

“Lo siento por las personas quienes se ofenden por ese lenguaje de ahora estamos haciendo algo, y es verdad que deberíamos haber estado haciendo eso por todo este tiempo”. 

En contraste, sin embargo, Petersen también notó que los cristianos conforman el 70% de los padres de acogida hoy en día, añadiendo: “Así que creo que la iglesia realmente está tomando el báculo, volviéndose radicalmente hospedable y dándole la bienvenida a las personas”. 

Petersen concluyó su entrevista con el CP al decir que la hospitalidad radical no es solo el sistema de huérfanos. Es para el vecino de al lado, la madre biológica, la persona en la iglesia quien siempre se sienta sola o “cualquiera en nuestro entorno que Dios ponga frente a nosotros”. 

“Si vemos lo que hizo mi entrenador de atletismo, él utilizó lo que tenia justo donde él estaba, él simplemente siguió yendo a la práctica de atletismo, siguió siendo el entrenador de atletismo, y me amó, la persona que estaba frente a él, y eso cambió la trayectoria de mi vida”. 

“No siempre tenemos que ir y recibir una certificación. Esas son cosas grandiosas que se pueden hacer. Yo animo a las personas para que lo hagan si sienten el llamado en su vida. Pero realmente, lo que necesitamos hacer, es decir, ‘Okay, ¿Dónde estoy? Y ¿Cómo puedo utilizar eso para construir el Reino de los Cielos?”