No es raro el ver a algunos niños desde que son pequeños mostrar cierto cariño y apego a un objeto en particular. 

En psicología, un objeto transicional o de apego es un objeto material que el niño elige libremente y al que tiene un especial cariño. Llega a ser tan importante en su vida, que le acompaña la mayor parte del tiempo, brindándole consuelo, seguridad y volviéndose imprescindible a la hora de dormir.

Puede consistir en un peluche, un trapo o un juguete.

CARACTERÍSTICAS DEL OBJETO DE APEGO

Como regla general el objeto en cuestión suele tener una textura suave y agradable

  • Como regla general el objeto en cuestión suele tener una textura suave y agradable que ayude al pequeño a sentirse protegido y tranquilo en todo momento. Dicha textura puede llegar a recordar la piel de la madre.
  • Dicho objeto es elegido de manera libre por el niño. No debe ser impuesto por los padres.
  • Los padres no deben lavar el objeto bajo ningún concepto, ya que tiene un olor característico que ayuda a que el niño se relaje y se tranquilice en momentos críticos. El olor es mucho más importante de lo que pueda parecer en un principio.
  • Se trata de un objeto que es único e intransferible por lo que no se puede sustituir por otro aunque se pueda parecer.
  • El objeto de apego va siempre con el niño ya que es esencial a la hora de tranquilizarse.

Katie Emslie / Unsplash

Por último hay que decir, que no es lo mismo el objeto de apego que los conocidos como fenómenos transicionales. Dichos fenómenos no son más que ciertas conductas de tipo repetitivas que ayudan a calmarse al niño. Dichas conductas pueden consistir en chuparse el dedo o tocarse el pelo.

FUNCIONES DEL OBJETO DE APEGO

El objeto de apego lo elige de manera libre el niño y tiene un papel esencial en su vida diaria. Gracias a tal objeto el niño es capaz de calmarse en momentos críticos y de dormir de una manera plácida y relajada. Puede asemejarse al apego que sienten los bebés por sus madres y es clave a la hora de poder controlar y manejar la ansiedad provocada por la separación natural de los padres que debe producirse con el paso de los años.

CUÁNTO PUEDE DURAR EL OBJETO DE APEGO

Por norma general, el objeto de apego suele aparecer a partir de los seis o siete meses de edad y puede llegar hasta los cuatro años de edad. Sin embargo, cada niño es un mundo y puede tener un objeto de apego hasta una edad avanzada. Puede ocurrir que el pequeño haya dejado el objeto de apego de sus primeros años y ante un hecho importante como la separación de sus padres o una mudanza, vuelva a recurrir a tal objeto de apego.

Hay que indicar que no todos los niños tienen un objeto de apego durante la infancia

El aspecto emocional es diferente en cada niño y hay casos en los que dicho objeto puede llegar a ser la madre o el propio padre. Lo importante es aferrarse a algo que ayude al pequeño a calmar la posible ansiedad que pueda tener.

También podés leer: Beneficios de contar Historias Bíblicas a los niños

En definitiva, el objeto de apego es algo muy importante para muchos niños. El mismo es clave a la hora de que el pequeño sea capaz de dormir de una manera plácida o pueda calmarse en momentos problemáticos.

Con el paso de los años y conforme vaya madurando es normal que el pequeño se olvide de dicho objeto de apego. Lo importante es que el niño se relaje y se tranquilice ante determinadas situaciones, ya sea por la presencia de un objeto en particular o por el apoyo de los propios padres.

 

Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.

1 Pedro 5:7

Traducción en lenguaje actual

 

Photo: facebook.com/PixarLatinoamerica/