La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) celebró ayer su 40 aniversario con el lema “Unidos seguimos construyendo la iglesia”, con un concierto de primer nivel en el Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner, ante 1750 invitados especiales y la presencia de autoridades del nivel nacional, provincial y representantes de diferentes municipios. Se vio un alto despliegue artístico profesional que recibió aplausos y ovaciones del público presente. El evento fue declarado de interés nacional por Presidencia de la Nación y de interés cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación. También fue declarado de interés provincial por la Legislatura de la Provincia de Córdoba y por la Honorable Cámara de Diputados y por la Cámara de Senadores ambas de la Provincia de Buenos Aires.

Los anfitriones del evento, el Consejo Directivo, representado por su presidente, el pastor Christian Hooft y los vicepresidentes Carlos Belart, Jorge Sennewald y Rafael Pedace, su Director Ejecutivo Jorge Gómez, y acompañados por los demás integrantes del mismo Consejo, recibieron a los invitados especiales en especial pastores y líderes de todo el país.

 

Asimismo se contó con la presencia de representantes de diferentes credos. Es de destacar desde el ámbito evangélico la presencia del presidente de la Alianza Evangélica Latina, Juan Cruz Cellamare, su vicepresidente Louder Garabedian (además de ser presidente de Consejo de Representatividad Evangélica del Uruguay – CREU) y Cristian Scheljie, presidente de la Unión Nacional De Iglesias Evangélicas del Perú (UNICEP) y los presidentes de las federaciones hermanas Rubén Salomone por FECEP y Joel Stefanini por FIPA.

Por otra parte, el concierto contó con la participación estelar de Amelita Baltar, el Coro Polifónico Nacional Evangélico y un coro de apoyo con 99 voces conformado especialmente para los 40 años de ACIERA, más una destacada orquesta profesional, todos dirigidos por Constanza Bongarrá, Se sumó la participación artística de Esteban Riera, Valeria Tomasini, Oscar Dressler, Gabriel Bazán, Fabián Liendo, Paula Carrevedo, Nair Milca García. Los bailarines de tango Maira Sánchez y Leonardo Barri, Compañía Jesús Warriors, Compañía de danza Sentir Tanguero, entre otros y la conducción del evento a cargo de Isaías Saracho y Ana Sacco. También en el marco del evento se realizó una muestra de instalaciones artísticas coordinada por Lidia Malla.

Un momento de emoción y reconocimiento fue cuando el pastor Christian Hooft llamó a Carlos Annacondia, el muy querido evangelista y conferencista internacional, al escenario para brindarle un homenaje por sus 40 años de recorrido y labor de comunicar la Palabra de Dios. El pastor Jorge Sennewald le hizo entrega de una placa conmemorativa, tras lo cual Annacondia oró a Dios por Argentina.

El mensaje central estuvo a cargo del presidente de ACIERA quien no solo agradeció a los presentes su participación, sino que subrayó el crecimiento de la iglesia evangélica en el país y el reconocimiento que adquirió a lo largo de estos 40 años de existencia de la Alianza. “Esto nos lleva a seguir esforzándonos para ser portadores de las buenas noticias del Evangelio, en palabras y también en hechos, en todo tiempo y lugar hasta lo último de la tierra, a trabajar por la justicia y la verdad, la ayuda y la promoción social, la restauración emocional y espiritual de las personas y familias, aún las marginadas y privadas de libertad, defender la vida desde la concepción hasta su final, ser instrumentos de paz en un mundo dividido y a vivir la fe en humildad, integridad y sencillez”, y agregó “Hay una sola Argentina, todos somos importantes. Nos ofrecemos humilde pero comprometidamente a ser un factor de reconciliación y de reconstrucción en nuestra amada nación”.

Recordando un viejo himno evangélico hizo alusión a que antiguamente se cantaba “somos un pequeño pueblo muy feliz” y que en la actualidad “ya somos un gran pueblo muy feliz, pero tenemos también mucha responsabilidad. Somos muchos, pero también somos uno y oramos por un futuro glorioso para la Argentina, para las nuevas generaciones”.

Finalizó con un desafío a alcanzar, el mismo que generó la creación de esta Alianza: “Oramos que Dios nos permita seguir gozando de libertad religiosa en nuestro país, y que finalmente podamos tener una ley de culto que reglamente la personería jurídica de las iglesias y comunidades de fe, reconociendo la igualdad también de este derecho humano. Alzamos nuestros ojos al cielo con esperanza. El mismo Dios que nos trajo hasta aquí, nos llevará a lograr los grandes sueños que preparó de antemano para nosotros”, expresión que fue ovacionada por los presentes.