Anne se casó con Danny, hijo de un pastor de una iglesia en la ciudad de Nueva York y dentista a tiempo completo, cuando ella tenía 18 años. Habían compartido 10 años de matrimonio y tenían 3 hijos, según contó Anne en un artículo publicado en Charisma News.

«Sin siquiera notarlo, los negocios me habían acaparado por completo, y desperté una mañana sintiendo que estaba en un matrimonio donde el amor se había acabado!» cuenta. «Nunca olvidaré la atemorizante sensación que sentía cuando doblé mis rodillas para orar, y desesperadamente le clamé al Señor por ayuda.»

Ella confiesa, «si te sientes atrapada o atrapado en un matrimonio sin amor, clama al Señor! Hay esperanza para ti, así como la hubo para mi.»

El proceso de sanación comienza invitando a Jesús a tu matrimonio, recomienda Anne.

Haciendo referencia al capítulo 2 de Juan, acerca de Jesús asistiendo a la boda en Caná de Galilea, Lotz remarca, » que simple pero profunda bendición es saber que la primera vez que el «velo» se razgó y se reveló la gloria de Jesús, ¡Él estaba en un hogar celebrando una boda!»

Una pareja cristiana puede experimentar un milagro en medio de la crisis al invitar a Jesús a ser parte de su relación, dice Anne, refiriéndose a la crisis que ocurrió en la ceremonia de bodas a la que Jesús asistió -el vino se había acabado.

«En aquella cultura y época, quedarse sin vino provocaría la humillación de los recién casados, al punto de que no podrían volver a levantar sus cabezas en público dignamente jamás,» explicó Anne. «Este era un matrimonio en problemas casi desde el primer momento… La pérdida del amor puede ser gradual, similar a la manera en que el vino se fue acabando en aquella boda en Caná de Galilea -un vaso a la vez hasta que ya no quedaba más.»

La señora Graham Lotz remarca que, la madre de Jesús, María, depositó el control total de la situación en las Manos del Hijo, sabiendo que Él se podría ocupar.

«¿Haz depositado tu matrimonio y tu situación bajo Su Autoridad?» pregunta Anne. «Tal vez la razón por la que El ha permitido que estés atravesando tu crisis actual es para llevarte al punto de completa sumisión a Su Voluntad.»

Eso fue exactamente lo que ocurrió en su vida, confiesa Anne. «Yo recuerdo que me muy temprano una mañana, y cayendo de rodillas, quebrada en llanto le pregunté a Dios qué podría to hacer ñara restaurar mi relación con Danny.»

Tomando como referencia 1° Juan 4, qud había leído en ese tiempo, Anne cuenta que Dios la guió en tres principios muy básicos acerca de su amor hacia Danny. «El amor viene de Dios. Sólo son capaces de amar a otros, incluyendo a sus esposos, quienes han nacido de Dios. Aquellos que son capaces de segui amando a otros, aún cuando el ‘amor’ parezca haberse ido, son aquellos que no solo nacieron de Dios sino que conocen a Dios.»

En este pasaje, se encontraba la clave «para cambiar mi matrimonio, para transformar el agua en vino.»

«La clave estaba, no en enfocarme en mi relación con Danny, ¡sino en enfocarme en mi relación con Dios!»

Concluye, «Jesús hizo el cambio posible aún cuando ya no había amor entre nosotros. Él ge invita a probar y disfrutar del «nuevo vino» mientras le agradeces a Dios de todo corazón por haberte dado a Jesús.»

Danny falleció el pasado Agosto, después de 49 años de matrimonio. Fue encontrado inconsciente en la piscina de la casa de la familia Raleigh en Carolina del Norte, y después de dos días en terapia intensiva, murió.

El es recordado como un «gladiador de Dios» por la fortaleza de su fe.

Anne recuerda terrible impresión que sufrió con la muerte de su esposo. «El shock fue horrible. Pero aún en los días que siguieron, yo sabía que Dios estaba en control de todo,» escribió en su blog.

«Lo que ocurrió con Danny no fue un accidente -al menos desde la perspectiva celestial. Así que empezé a poner mi mirada en las bendiciones que recibía abundantemente de Dios. Pero tuve que decidir abrir mis ojos y enfocarme en las bendiciones en lugar de el dolor y la desdicha.»