Tenemos novedades sobre la alerta de oración de la iglesia quemada en Kirguistán. Tuvo lugar en la zona sur de Kirguistán, la región de Issyk-Kul, en el pueblo de Kaji-Say hace un par de días, donde quemaron un lugar local de oración. Es una pequeña iglesia bautista que cuenta con unos 40 miembros. La congregación es una mezcla de personas de nacionalidad kirguisa y rusa. Los cristianos locales han perdido su local para las reuniones de oración y alabanza y están buscando ahora otro sitio para sus cultos dominicales, sus estudios bíblicos y otras reuniones, lo que constituye su principal necesidad y petición de oración ahora mismo. Otro motivo de oración más urgente para nuestros hermanos en Cristo es su seguridad, pues nadie sabe cuál será el próximo paso de aquellos que han quemado la iglesia.
La televisión y la radio locales han informado sobre el incidente y la noticia ha provocado una gran protesta pública. La policía ha lanzado una investigación y la versión principal del incidente es que fue un incendio provocado. Como afirmaron: “Se trata obviamente de un incendio provocado por aquellos a los que no les gusta ni nuestra iglesia ni nuestra fe cristiana en medio de un país musulmán”. Pero lo extraño es que la policía no está buscando a los que provocaron el fuego, sino que pretende averiguar quién proporcionó el dinero para la compra del local, cuántos kirguisos son miembros de la iglesia y por qué van a una iglesia cristiana en lugar de a una mezquita como los musulmanes étnicos. Uno de los cristianos locales compartió con Puertas Abiertas lo siguiente: “No creemos que la policía encuentre y castigue a los que prendieron fuego a la iglesia, pero aún así los bendecimos y oramos por ellos. Dios sabe quién fue”.
Sigamos orando por nuestros hermanos perseguidos en Kirguistán.