Justin Bieber meditó acerca de la cultura del ‘pastor celebridad’ y criticó a aquellos que usan la religión y la plataforma para su propia fama, remarcando que cada ser humano, sin importar su status, ‘tiene el mismo acceso a Dios’.

En una reciente entrevista, Bieber, quien se distanció del ex pastor de Hillsong Car Lentz, después que esté fuera despedido por ‘asuntos de liderazgo’ y fallas morales como adulterio; reflexionó como el ver a los líderes como celebridad ha invadido la iglesia.

Sin mencionar a Lentz, Bieber dijo haber visto a ‘muchos pastores ponerse a si mismos en un pedestal’ en la iglesia, con consecuencias devastadoras.

«Y es eso básicamente, la Iglesia gira alrededor del hombre, el pastor y es como: este hombre tiene la mejor relación con Dios que todos deseamos y no podemos porque no somos como él. Esa no es la realidad. La verdad es, que cada ser humano puede tener el mismo acceso a Dios», remarcó Bieber.

El cantante, que recientemente lanzó un álbum Gospel, compartió como su Pastor Judah Smith, a quien conoce desde los 15 años, siempre ‘puso su relación primero’ y modeló el tipo de vida que Bieber desea tener con su esposa Hailey.

«Es algo que siempre soñé pues provengo de una familia rota», dijo Bieber. «Toda mi vida, he tenido una familia rota. Siempre me sentí atraído por las familias que cenaban juntas, reían juntas y charlaban juntas.»

El artista recordó como, después de ponerle un fin a su vida desenfrenada, buscó a Smith y se bautizó, se casó en 2019.

«Llegué al punto,» reflexionó Bieber, «dónde era algo así: ‘Dios, si eres real, necesito que me ayudes porque no puedo hacerlo solo. Estoy en una lucha terrible. ¿Cuál es el propósito de mi vida?'».

Bieber dijo que al pedir ayuda, inmediatamente recibió certidumbre: «Si Dios me perdona y me ama y si Él pone todas estas cosas en mi, estos deseos, entonces voy a confiar en Él.»

Ahora, el artista procura vivir en obediencia al llamado de Dios: «Es gratificante convertirse en todo lo que fuimos diseñados a ser. Y creo que en este punto de mi vida, estoy donde se supone que debo estar, haciendo lo que creo que Dios quiere. No hay nada que se sienta más pleno.»