Un misionero checo ha sido sentenciado a 20 años de prisión en Sudán, después de ser hallado culpable de espionaje y de incitar al desorden público. Dos cristianos sudaneses, el reverendo Hassan Abdelrahim y Abdelmonem Abdumawla, recibieron condenas de entre 12 y 14 años de prisión.
Petr Jasek fue sentenciado en Kartoum, el domingo después de ser acusado de «entrar al país sin vida,… espiar,.. tomar fotografías de las instalaciones militares,… incitar al.desorden y violencia,… y publicar información falsa,» informó su abogado, Omar al-Faruk Shmina.
Jasek ya había estado en prisión por más de un años después de ser detenido en Diciembre de 2015. Se cree que se encontraba en el país ayudando a cristianos locales, quiénes son la minoría en el país.
El ministro checo en Praga condenó el veredicto, diciendo que ninguna de las acusaciones fueron respaldadas con hechos fehacientes. Confirmó que Jasek ha sido condenado y aseguró que, de inmediato comenzarían las tratativas con las autoridades sudanesas para agilizar la liberación del misionero. Aunque la Corte dió una sentencia de 24 años para Jasek, las autoridades sudanesas establecieron 20 años.
Jasek fue detenido junto a los líderes de la Iglesia de Sudán, Hassan Abdelrahim y Abdelmonem Abdumawla. Todos habían sido detenidos en diciembre de 2015, junto al pastor de la Iglesia de Cristo, Kawa Shamal, quién fue liberado a principios de este mes.
Release International, una fundación que ayuda a cristianos perseguidos, informó que apelará el veredicto.
El caso ha atraído una importante atención internacional. En Octubre, el Parlamento Europeo adoptó una Resolución de Urgencia, demandando la ‘inmediata e incondicional’ liberación para los cuatro detenidos, alegando ‘una total falta de pruebas y una evidente persecución religiosa en zona de guerra de Sudán.’
El juicio fue frecuentemente demorado sin previo aviso, cuando un testigo, traductor, y hasta el mismo juez no se presentaron a las sesiones.
Un diplomático oriental, observando una de las etapas del juicio en Noviembre, le confesó a World Watch Monitor que: «lo que el abogado de Jasek denunció no es nada alocado, ellos no tenían ninguna evidencia como soporte de sus acusaciones.»