Por primera vez desde que la pandemia de COVID-19 golpeó Estados Unidos, obligando al cierre de todo a través de la nación, Joel y Victoria Osteen están llevando adelante una noche de Esperanza e Inspiración en el Estadio de los Yankees- un evento que comparte “plenitud y esperanza” al país.
En una entrevista, Osteen, quien junto a su esposa lideran la Iglesia Lakewood en Houston, Texas, dijo que el evento aanual Noche de Esperanza, que se realiza desde 2004, fue interrumpido abruptamente por la pandemia.
“Nunca imaginamos un corte como éste”, dijo el pastor de 59 años. “Tuvimos que detenernos sin saber cuándo se podría retomar. Así que cuando el Estadio de los Yankees nos ofreció una fecha, fue buenísimo. Sentimos que Dios estaba abriendo puertas”.
Osteen dijo que el primer evento a gran escala presencial de la Iglesia sea en el Estadio de los Yankees en la ciudad de Nueva York, uno de los lugares más icónicos y diversos del país.
“Creo que es una manera de Dios para decirnos que volvamos a la esperamos, a la fe, a la iglesia”, dijo. “Muchos sueños han sido puestos en espera, pero afortunadamente podemos inspirar a la gente a creer de nuevo.”
El evento de este año tendrá lugar el 6 de agosto a las 7 p.m., con la participación de Ce Ce Winans, Tauren Wells y la banda de la Iglesia Lakewood; además, habrá un mensaje de Osteen dónde compartirá “lo que Dios tiene para las vidas”, dijo el pastor.
“Es una noche llena de inspiración. Es acerca de dejar lo viejo, y alcanzar las cosas nuevas que Dios quiere hacer y creer en su bondad para nosotros”, dijo. “Queremos encender la fe de la gente. Por mucho tiempo, hemos estado apagados, preocupados y estresados, y olvidamos respirar y creer que Dios tiene buenas cosas para nosotros”.
Por años, la Noche de Esperanza de la Iglesia Lakewood ha atraído a miles de asistentes de todo el país. Osteen estimó que la mitad de quienes asisten al evento, nunca tuvieron un encuentro previo con la iglesia, sin embargo, el 70 u 80% entregan sus vidas a Cristo al final de la noche.
“Hacen su declaración de fe, aún cuando nunca antes se presentaron en público respecto a su fe”, dijo. “El objetivo principal es que la gente conozca al Señor y tomen una decisión. Es una noche de inspiración”.
“Cuando miles de personas se reúnen -y no todas conocen al Señor- pero vienen porque son atraídas por Dios, creo que se crea una atmósfera para sanidad y milagros y salvación, además de nuevos comienzos”, agregó.
Con más De 50.000 miembros, Lakewood es la Iglesia más grande de América y una de las más diversas de la nación en cuánto a lo racial, económico y social.
Osteen, autor de varios best-sellers, ha sido criticado por una parte de la Comunidad Evangélica por predicar lo que se considera un Evangelio liviano. Pero según el pastor, su mensaje inclusivo juega j. Rol en la diversidad de Lakewood.
“Lakewood era diversa cuando mí papá era pastor, y cuando tomamos el cargo hace 22 años, continuamos el mismo camino”, remarcó. “Creo que parte de esto es aceptar a todos. Parte es, que el mensaje no es teológico pero profundo; es algo que todos pueden entender, y así permear con el amor de Dios que no juzga a las personas”.
Según Osteen, cerca de 50 nacionalidades están representadas cada servicio en Lakewood, además de “personas que llegan en bus y los que llegan en autos de alta gama”.
“Es la mano de Dios”, dijo. “Creo que es algo hermoso porque representa a la ciudad de Houston. Si vas a un partido de fútbol en Texas, verás la misma diversidad de personas que en la iglesia, y creo que así debería ser. No puedo tomar el crédito por eso. Ni siquiera sé exactamente como pasó. Simplemente me siento agradecido y bendecido de ser parte”.
Basado en la diversidad de la Iglesia, Osteen dice que no comparte las estadísticas que presumen que los adolescentes son la generación menos creyente de la nación. Eso no se refleja en la iglesia.
“Vamos a estadios llenos de gente que ama a Dios y vienen a Cristo, y muchos son jóvenes”, dijo. “Pienso en las Escrituras que dicen que mientras más oscuro se pone, más brillará la Iglesia. Este es el tiempo de brillar intensamente”.
“Estoy entusiasmado como nunca de ver estadios llenos, y oportunidades en los medios, para impactar a la gente para Cristo, especialmente a los jóvenes. Es un tiempo sin precedentes, dónde lo negativo está aumentando; y dónde debemos aumentar lo que Dios está haciendo”.
Osteen aclaró que no tiene “su cabeza en la arena”, y que entiende que la masividad de las redes no siempre es algo positivo.
“Es importante alcanzar a los jóvenes por lo que son,y debemos comenzar a cambiar”, remarcó. “No es que el Evangelio cambie, sino que nosotros debemos cambiar las formas para impactar. Trato de mantener el mensaje simple y práctico. Cuando tomamos ese camino y nos acercamos a las personas, eso cambia las vidas”.
“Entonces, cuando la gente ve nuestro ejemplo y ve como amamos, saben que somos discípulos. Eso es lo importante, amar y respetar a las personas”.
Ya que la pandemia retrocedió, Osteen anima a la gente a reunirse, y recuperar la comunión para la salud mental, tan golpeada en esta época.
“Es fácil aislarse, y con eso llega el desánimo y la depresión. Creo que cuando nos reunimos en comunidad, nos alentamos y amamos y eso es sanador. No estamos diseñados para enfocarnos en nosotros mismos, sino para recibir las sonrisas y voces de nuestra comunidad”.
Y en la Noche de Esperanza de este año, eso precisamente se busca lograr, aliento a un país desesperado por sanidad. Él comparó el evento con “resetear la computadora y librarse de todos los virus”.
“Espero que la gente sea renovada en la fe, que venga al Señor y sea inspirada a soñar en grande, creer en grande, y sacarse los límites para vivir la vida abundante en Dios”.
“En otras palabras, creo que nos pesan las preocupaciones y los errores; vivimos en culpa y condenación. Espero que sea un nuevo comienzo, que sepan que lo que Dios tiene es bueno y tiene planes de bien”.