Una iraní convertida al cristianismo fue sentenciada a un año de prisión por cargos «contra la seguridad nacional» y estar involucrada «en propaganda contra el sistema», según reporta International Christian Responde, acerca de la campaña de persecución que sufren los creyentes en el país.

La sentencia cayó sobre Mahkroh Kanbari, de 65 años, este lunes después de que compareciera ante el tribunal Islámico Revolucionario en Karaj. Amigos de Kanbari contaron que el juez fue bastante rudo con la mujer y trató de humillarla durante el proceso.

Kanbari fue arrestada por la Inteligencia Iraní en su hogar durante las vísperas de Navidad. Las autoridades dijeron haberle confiscado teléfonos celulares, Biblias y otros materiales relacionados con el Cristianismo.

Después de pagar el equivalente a U$2500, fue liberada. La mujer fue acusada oficialmente de acciones contra la seguridad nacional en Enero. Además, se le obligó a asistir a reuniones con un líder musulmán para «regresar al Islam».

Las organizaciones de derechos humanos denuncian que el arresto de Kanbari es parte de una «contínua campaña para terminar con la libertad religiosa en Irán».

Este país se ubica en el puesto nueve de la lista de países donde hay persecución cristiana, según Puertas Abiertas EE UU en 2019.

Cómo país Iraní con una población de 82 millones de personas, Irán restringe severamente los derechos de los que se convierten al Cristianismo, aunque las comunidades de fe cristianas continúan creciendo a un ritmo constante, gracias a las Iglesias subterráneas.

Puertas Abiertas estima que existen cerca de 800,000 cristianos en Irán en la actualidad.

«A los cristianos se les prohíbe compartir su fe con no creyentes», dice un comunicado de Puertas Abiertas acerca de Irán. «Es más, los servicios religiosos en persa, el idioma nacional, no están permitidos. Los cristianos conversos que asisten a las iglesias subterráneas enfrentan una dura persecución de parte del gobierno; desde amenazas hasta la prisión. La sociedad iraní está gobernada por la Ley Islámica, lo que significa que los derechos y las posibilidades profesionales para los cristianos son prácticamente nulas.»

En julio, la cristiana asiria Dabrina Bet Tamraz, cuyos padres habían Sido arrestados en Irán, se presentó ante el Departamento de Estado en Norteamérica en el Marco de el Avance por la Libertad Religiosa, donde compartió su historia.

Tamraz es hija del Pastor iraní Victor Bet Tamraz, quién lideraba una iglesia en idioma Farsi hasta su clausura en 2009. Su padre fue sentenciado a 10 años de prisión en 2017 por «acciones contra la seguridad nacional» y «promover el Cristianismo sionista».

El año pasado, se reportó que la justicia iraní implementó una nueva política de un registro de abogados activistas de derechos humanos, que tienen sus acciones extremadamente limitadas y un rango de permiso escaso.

El 24 de julio, cinco Cristianos iraníes arrestados tuvieron su audiencia y demandaron abogados privados para llevar adelante sus casos.

«Al eliminar los derechos de las minorías de elegir sus defensores para enfrentar cargos criminales, Irán ha dado un paso significativo para implementar su propia constitución y ley», dijeron las organizaciones de derechos humanos.