Saghar estaba en el aeropuerto cuando vio al agente de la policía secreta. Tan solo tres días antes, él y varios miembros de la policía secreta de Irán allanaron su hogar. Ellos eran la razón por la cual ella estaba tratando de huir rápidamente de Irán, el país donde había vivido toda su vida. Ahora no sabía si incluso podría llegar al avión – o si, en vez de eso, terminaría en una de las infames prisiones de Irán.
Milagrosamente, no la vieron. No fue hasta que estaba en el avión que los de seguridad anunciaron su nombre en los altavoces – una orden de arresto había sido expedida. Pero llegaron demasiado tarde. Saghar se había ido.
El Allanamiento
Saghar sabía, como cristiana de trasfondo musulmán, que era peligroso tener una iglesia secreta en su hogar. Había crecido en una familia musulmana y, como muchos creyentes de trasfondo musulmán, su primer encuentro con Jesús fue en un sueño. Él utilizó las mismas palabras que habló a los discípulos Simón y Andrés en Marcos 1:17: “Sígueme”. Ese simple, y poderoso llamado cambio la vida de Saghar para siempre.
Saghar reunió a otros cristianos, adoró y oró. Siempre fue arriesgado, pero, como dice Saghar, “La camaradería es esencial para el crecimiento”. Ellos compartieron sus vidas, y se transformaron en una familia. Eventualmente Saghar decidido tomar el trabajo mas peligroso en la iglesia”: el de Pastor.
Cuando la policía secreta allanó su reunión de iglesia en casa, llegaron silenciosamente. Abrieron la puerta a la fuerza con una ganzúa, pero mantuvieron sus voces en susurros para que los vecinos no fueran alertados. Y cuando estuvieron en el departamento, empujaron a las mujeres hacia una recamara y a los hombres en otra. Cada uno enfrentó interrogación por separado.
Saghar Estaba Preparada
Las iglesias en casa iraníes son allanadas regularmente, así que Saghar sabia que era una posibilidad aterradora. Docenas de cristianos son encarcelados cada año debido a su fe, y las prisiones a donde son enviados con realmente pésimas. Durante las interrogaciones, la policía secreta miente, incita a los cristianos a dar los nombres de otros creyentes y trabajan arduamente para destruir a la iglesia desde adentro. El allanamiento a la casa de Saghar no fue diferente. “La primera cosa que los servicios secretos quieren es desunificarnos”, dice Saghar. “Pero manteniéndonos unidos realmente nos ayuda en estas ocasiones”.
Pero Saghar venia preparada. Cada vez más, los cristianos se reúnen para compartir consejos y conocimiento en como soportar la persecución de la policía secreta – incluyendo tips prácticos y espirituales. Saghar se había estado reuniendo así solo hacia unos meses antes del allanamiento y, a pesar de estar totalmente aterrorizada, ella tuvo una idea.
Cuando su interrogación estaba a punto de comenzar, ella pidió ir al sanitario. Cerró la puerta con seguro, Saghar se tomó una selfie que puedes ver en este artículo, y la envió al mundo exterior: “¡Por favor oren por nosotros; nuestra iglesia esta siendo allanada!” Ella comenzó a borrar la evidencia que había en su teléfono que la pudiera ligar a otros creyentes, como lo había aprendido en una de las reuniones con otros creyentes.
Saghar Conocía Sus Derechos
El compartir consejos fue de bastante utilidad cuando Saghar estuvo de regreso con los interrogadores. Ella conocía sus derechos legales así que, cuando los oficiales le dijeron a Saghar que iban a arrestarla, les pidió ver la orden de arresto que tenían para ella. No tenían una, así que pudo evitar que se la llevaran inmediatamente. La policía secreta continuó revisando la casa, se llevaron artículos que incluían la Biblia de Saghar, y se fueron, dando oportunidad de que ella escapara.
Saghar recuerda que: “En la reunión con los otros creyentes, aprendí como manejar mis emociones y cuales son mis derechos”. “No estaría aquí hoy si no hubiera sido por mi preparación”.
Tres días después, Saghar estaba en el aeropuerto. Ella sabía que en cualquier momento podría ser interceptada por la policía secreta – pero Dios le recordó del un verso en Isaías 43: “Cuando camines por el fuego, no te quemarás”.
Y ella caminó por el aeropuerto, hacia el avión, sin quemarse. Gracias a estar preparada y a la intervención de Dios, Saghar pudo salir de Irán – y ahora vive a salvo en otro país. Ha sido bastante duro – con recuerdos, pesadillas y extrañar a su hogar – pero Saghar sabe que ella ha podido escapar algo mucho peor.
Cuando se le preguntó que es lo que los cristianos alrededor del mundo pueden hacer por los creyentes iraníes, Saghar inmediatamente conoce la respuesta – es la misma cosa que pedía en medio del allanamiento: “¡Oración! Ningún cristiano debería enfrentar persecución sin estar preparado, y ningún cristiano debería atravesar eso sin oración de la iglesia mundial”.
Fuente: Puertas Abiertas
Imagen: Open Doors UK