Todo Obrero entre niños requiere lentes bifocales espirituales! Se interesa y
esta involucrado tanto en el presente como en el futuro.
* Necesita ver a los niños tal como son sus necesidades y posibilidades en el
presente.
* Necesita ver a los niños tal como serán algún día. Los niños de hoy son los
padres, policías, políticos y predicadores del futuro.
El trabajo entre niños es, por lo tanto, una inversión doble.
Invertimos en las vidas de niños tales como son, e invertimos en lo que serán
en el futuro.
A un niño le preguntaron: Que piensas ser cuando seas grande?
El niño contesto: Quizá un misionero, O tal vez un gánster!
Que quieres decir?, pregunto su interlocutor.
Bueno, dijo el niño, todo depende de quien me atrape primero!
Es cierta la afirmación que el futuro esta en manos de los niños. Es
igualmente verdad que los niños están en nuestras manos. Por lo tanto, el
futuro está en nuestras manos, y debemos preguntarnos: Que estamos
haciendo con él?
Juan Wesley, el gran predicador del siglo XVII, y fundador del metodismo,
escribió «A menos que podamos encargarnos de la nueva generación, el
actual avivamiento de religión tan solo durará la edad de un hombre».
Nosotros como él, debemos pensar en el futuro, no solo en el presente.
Moisés dejó esto muy en claro al pueblo de Israel en el libro de
Deuteronomio, mientras se preparaban para entrar a la tierra prometida,
por lo menos en cuatro ocasiones enfatizó que su futuro en esa tierra
dependía de su actitud hacia sus niños y el trato que les dieran.
Les ordenó: «Enséñenselas a sus hijos» (Deuteronomio 11:19) y a la ves
señalo el resultado de la obediencia a ese mandato: «Así (…) ustedes y sus
descendientes prolongaran su vida sobre la tierra» (Deuteronomio 11:21).
También les mando: Incúlcaselas continuamente a tus hijos»
(Deuteronomio 6:7). Pero había introducido este mandato con una
explicación de lo que sucedería si lo obedecían: «Así te ira bien y serás un
pueblo numeroso en la tierra donde abundan la leche y la miel, tal como te
lo prometió el SEÑOR y Dios de tus padres» (Deuteronomio 6:3)
“Así no es la voluntad de Nuestro Padre que esta en lo cielos
que se pierda ninguno de estos pequeños”. Mateo 18:14
Informe de Lippen, filial Cordillera, Paraguay
Misionero Ricardo Motta