El atentado dejó cerca de 100 cristianos muertos, 56 000 personas sin hogar, 300 iglesias y 6 000 viviendas allanadas y saqueadas, desde entonces el ambiente en India no ha cambiado, según la agencia de noticias Fides
El juez AS Naidu, jefe de la Comisión de Investigación, explicó que «Debido a la falta de cooperación de muchas partes interesadas, incluido el gobierno, se tardó casi siete años para terminar la investigación.»
A su vez el activista de derechos humanos Jagadish G Chandra dijo: «Es una oportunidad para reflexionar sobre el tema de creciente intolerancia orquestada por grupos extremistas hindúes de todo el país, y cómo estas ideas se han infiltrado en el gobierno, la policía y los tribunales, que socavan los valores de la igualdad, la justicia, el laicismo y la ciudadanía consagrados en la Constitución de la India «.
Ademas la agencia de noticias Fides informa que estadísticas demográficas recientes han demostrado que las personas que se identifican con la religión hindú han caído del 88 por ciento a 83,8, mientras que la población cristiana ha ido en aumento. El grupo RRS ha culpado a las minorías religiosas por amenazar la «unidad, la integridad y la identidad del país.»
A pesar de las persecuciones que sufren los cristianos siguen firmes en su fe, la convicción y el amor al prójimo se ha mantenido en medio de las luchas dando un ejemplo a todo el pueblo de Dios.