Tras ataques y amenazas contra iglesias y cristianos, como lo sucedido en Attingal, se han vuelto cada vez más común en toda la India. A raíz de este episodio, los cristianos de la ciudad organizaron una protesta para condenar el ataque, a la que asistieron más de 500 cristianos de la zona y algunas legislaturas locales en una muestra de solidaridad con el pueblo cristiano.

Según Christian Concern International, una persecución cristiana surgió en Attingal donde una turba de 200 airados hindúes, interrumpieron a unos 400 feligreses que estaban en el medio de su servicio de adoración del domingo.

“Irrumpieron en la iglesia, profanando el nombre de Dios, mientras predicaba el pastor; se dirigieron al él y lo golpearon hasta sacarlo fuera del lugar, ante la presencia de los feligreses”.

Los radicales hindúes han amenazado a la congregación cristiana de  quemar al pastor de la iglesia si continúan orando y adorando a Dios en ese lugar.