En 2020, cuando la pandemia de coronavirus golpeó los Estados Unidos, incontables iglesias cerraron sus puertas, y pasaron de semanas a meses sin servicios presenciales.

Muchas de estas congregaciones inicialmente cambiaron a servicios virtuales, con el Clérigo grabando mensajes en santuarios vacíos, manteniendo la distancia social entre los técnicos y músicos.

Sin embargo, ya que los contagios y muertes por COVID-19 han disminuido y las restricciones se han levantado, muchas iglesias están regresando a los templos.

Algunas volvieron con sus estándares pre-pandemia, mientras que otros mantienen cierta distancia social y protocolo, en parte para asegurar a quienes aún luchan con el retorno a la normalidad.

 

Emmanuel Iglesia de la Biblia

Emmanuel Iglesia de La Biblia de Springfield, Virginia, una mega iglesia no-denominacional con base en Washington D.C.; comenzó sus servicios presenciales en el fin de semana del Día del Memorial, el año pasado.

Jesse Johnson, el maestro y pastor de Emmanuel, dijo que la decisión vino a pesar de algunos asuntos legales con la Mancomunidad de Virginia.

«Sentimos que ganaríamos si hubiésemos ido a la Corte, pero en lugar de eso decidimos simplemente someternos al liderazgo de nuestros ancianos antes que del gobierno, y esperar que el gobierno respalde sus propios mandatos», dijo Johnson.

«En nuestro caso, y estamos conscientes que no fue la realidad de otras iglesias, no hubo intervención del gobierno».

Johnson agregó que en su reapertura no adhieren a las restricciones personales, como la distancia social o el uso de mascarillas.

Cuando Emmanuel reabrió sus servicios presenciales en mayo del año pasado, los congregantes representaban solo el 30% del total que había en pre-pandemia, según Johnson; sin embargo, en el presente, los números ya se han estabilizado.

En mayo, el gobernador de Virginia, Ralph Northam levantó las restricciones por COVID-19, aunque las mascarillas aún eran obligatorias en situaciones específicas. Esto se debió a la gran cantidad de ciudadanos que recibieron la vacuna y permitió así bajar las cifras de contagio.

«La pandemia nos ha dado la oportunidad de forjar convicciones respecto a las regulaciones gubernamentales respecto a los servicios religiosos. Esto es algo con lo que las iglesias americanas jamás lidiaron en el pasado», dijo Johnson.

«Nuestra iglesia ha sido largamente influenciada por la tradición puritana, lo que significa que rechazamos la idea del gobierno regulando la vida de la iglesia, pero esto nos ha dado la oportunidad de fortalecer nuestras convicciones».

 

Iglesia La Roca

En mayo, Iglesia La Roca de San Diego, una mega iglesia evangélica, llegó a los titulares cuando 15 miembros del equipo de voluntariado dieron positivo por COVID-19.

Los contagios se dieron un poco después que la congregación abriera sus puertas para servicios presenciales en el edificio el 18 de abril, ya que desde octubre lo hacían al aire libre.

En respuesta a las noticias, la iglesia cerró todas sus filiales excepto la que está ubicada en Point Loma, y siguió operando con un grupo mínimo y testeos preventivos.

Desde entonces, según el pastor Travis Gibson de Point Loma, aquellos que dieron positivo ya se han recuperado y la iglesia ha vuelto a abrir sus puertas en todas sus filiales.

«Todos se han recuperado, y se unieron al resto del equipo, además se realizan testeos semanales para prevenirse cualquier brote», dijo Gibson.

«Queremos decirles: ‘hey familia de La Roca, en la ciudad de San Diego, queremos adorar al Señor, pero también respetar a quienes han sido impactados por la pandemia y a quienes se preocupan por su salud.»

Desde el brote, Gibson dijo que siguen los protocolos, y las máscaras no son obligatorias solo para quienes tengan el programa de vacunación completo.

También establecieron el protocolo de «mascarilla para quienes estén sentados», así aquellos que aún no se han vacunado pueden sentirse seguros aún junto a aquellos que si lo han hecho.

«Queremos que todos se sientan cómodos y seguros, tanto para los que se sientan en el interior como al aire libre», explicó Gibson.

«La gente, esté vacunada o no, tiene diferentes opiniones y diferentes medidas de seguridad, así que tratamos de que puedan encontrar comodidad y disfrutar los servicios en paz.»

Cuando llegó el momento de reabrir, Gibson remarcó que se consultó en equipo y con otras iglesias para llegar a un plan efectivo y seguro.

«Nos sentamos con el equipo de liderazgo, hicimos un plan, oramos, y estudiamos lo que otras iglesias hicieron», dijo Gibson.

Gibson remarcó que cada iglesia tiene «sus niveles de comodidad y diferentes ideologías», así como realidades, que pueden influenciar en las decisiones.

«Yo aliento a las iglesias a orar y reunirse a debatir lo que es mejor para su comunidad», agregó.

 

Iglesia de la Resurrección

Dirigida por el autor de best-sellers, Pastor Adam Hamilton, la Iglesia de la Resurrección es considerada la congregación Metodista más grande de los Estados Unidos. Tiene su base en Leawood, Kansas.

El director de comunicaciones de la Iglesia informó que la Iglesia retornó a los servicios presenciales en marzo, gracias al descenso de casos de COVID-19 en su comunidad y la alta tasa de vacunados en la población.

«Seguimos los protocolos del uso de mascarillas y distancia social establecido por el gobierno local y los departamentos de salud, dijo el vocero.

“En mayo, los protocolos dejaron de ser obligatorios en la zona.»

La asistencia a La Roca comenzó a incrementarse, para llegar a sus números normales de pre-pandemia. Aún así, se mantiene una audiencia virtual y a través de los medios de comunicación importante.

«Nuestros congregantes son de todas partes. Muchos estaban ansiosos por volver y otros aún tienen sus reservas.»

«Hacemos todo lo posible para que todos se sientan cómodos y seguros, tanto los que deseen asistir como los que prefieran quedarse en casa.»