Un cristiano en el este de Uganda murió el 10 de julio, por heridas graves en su cabeza, después de un ataque a manos de extremistas Islámicos la semana previa, según fuertes.
Robert Bwenje había acompañado al Pastor Asistente Ambrose Mugisha de la Iglesia Pentecostal Elim, en Nyamiringa, a un debate abierto acerca del Cristianismo y el Islam, en la aldea Sirimula, distrito de Kyankwanzi, el 6 de julio.
Siguiendo el debate, ocho Musulmanes que incluían a dos mujeres, pusieron su de en Cristo, dijo el Pastor Mugisha.
“Esto enfureció a los Musulmanes, pero no pudieron atacar porque estábamos fuertemente custodiados por la policía”, dijo.
Cuando el pastor asistente y Bwenje regresaban, los Musulmanes de la aldea Sirimula les emboscaron cuando cruzaban un pantano.
“Vimos hombres vestidos con atuendo Islámico salir de los arbustos en diferentes direcciones y gritando: ‘Alá es Grande’”, dijo el Pastor Mugisha.
Él identificó a dos asaltantes, Ashirafu Kasamba u Kabagambe Kadiri, quienes le forzaron a entregar sus Biblias.
“Ellos nos sacaron las Biblias y todos los libros, los quemaron y luego nos golpearon con palos”, dijo Mugisha. “Pude identificar a Ashirafu Kasamba que me cortó en la cabeza. Logré saltar al agua y nadé al otro lado”.
Quienes pasaban por ahí, le encontraron sangrando y le rescataron. Los asaltantes continuaron golpeando a Bwenje y luego huyeron; y los transeúntes llevaron a los creyentes heridos a una clínica, y después al hospital en Kiboga, contó Mugisha.
El Pastor Godfrey Ssemujju de la Iglesia Pentecostal Elim, dijo que visitó al Pastor Mugisha y a Bwenje el 10 de julio; Bwenje murió luego esa noche, tenía 28 años.
“Bwenje sucumbió a las heridas profundas, y fue enterrado el 12 de julio”, contó el Pastor Ssemujju. “Reportamos el ataque a la estación policial de Kiboga Central.”
La policía arrestó a Kasamba y le acusó de intento de homicidio.
“La policía ahora monta operativos de búsqueda por los atacantes”, dijo Ssemujju. “Necesitamos orar por la seguridad de nuestros miembros de la iglesia y el edificio, asi cómo la pronto recuperación de nuestro pastor, apoyo para la viuda de Bwenje y donación para la cuenta médica de Mugisha”.
La Iglesia habia enviado al pastor asistente a establecer una iglesia en la aldea de Sirimula, y en el curso de esto, debates y otras campañas, él comenzó a recibir amenazas de los Musulmanes, especialmente de Kasamba. En abril, el pastor Mugisha y cinco Musulmanes convertidos al Cristianismo huyeron del área.
Los Musulmanes continuaron enviando amenazas telefónicas, incluyendo una de Kasamba que decía: “Te damos unos días para traer de vuelta a los Musulmanes convertidos al Cristianismo. Sabemos dónde los escondes”, según contó Mugisha.
Edificio de la Iglesia demolido
En el distrito de Kiboga, el 26 de junio, Musulmanes de la aldea Kindeke atacaron al Pastor Baingana James, y demolieron su iglesia en la aldea Rwomuriro; además amenazaron con matarlo si seguía llevando Musulmanes al Cristianismo.
El Pastor James dijo que recibió una llamada telefónica el 23 de junio de un Musulmán identificado como Sheikh Mwesigye Ja’afari de Kindeke y le dijo que se fuera y devolviera a los siete Musulmanes convertidos al Cristianismo, que cambiaron su fe después de una oración de sanidad.
“Nosotros, sin embargo, queremos advertirte que te vayas en el plazo de dos días. Sino destruiremos tu casa y tu iglesia”, dijo el atacante.
Él no tomó la amenaza en serio, pero en la mañana del 26 de junio encontró una carta en su puerta que decía que frenara los servicios de domingo y cerrara la iglesia, contó.
“Me rehusé, porque predicar de Jesucristo es a mi llamado, y plantar iglesias es mi visión para el área”, dijo el Pastor James.
Mientras él y su congregación estaban en el servicio del domingo, ellos vieron a un grupo se Musulmanes liderados por Ja’afari rodeando el lugar con palos y armas.
“Comenzaron a golpearnos, aún a mujeres que amamantaban y a los jóvenes, mientras gritaban en cuatro idiomas -Ingles, Luganda, Swahili y Árabe – y ordenando que pare el servicio y nos fuéramos inmediatamente”, dijo el Pastor James. “Mientras lidiabamos con el pánico y la tensión, además de las heridas, ellos comenzaron a destruir el lugar”.
En marzo, un grupo de Musulmanes de la aldea Rwentuha, demolieron el edificio que estaba en construcción, y las denuncias cayeron en saco rato.
“Mi oración es que Dios nos ayude y haga un camino de conversión de estás personas a Cristo, y necesitamos ayuda para las víctimas” dijo el Pastor James.
Los ataques fueron una instancia de las persecuciones de cristianos en Uganda.
La Constitución de Uganda y otras leyes proveen libertad religiosa, incluyendo el derecho a propagar la fe personal. Los Musulmanes representan el 12% de la población, con mayor concentración al este del país.