Un hombre cristiano quien luchó con un Trastorno obsesivo-compulsivo y la adicción a la pornografía recientemente relató como Dios lo liberó de ambos problemas.

David Pauta compartió en un episodio de Delafé Testimonies publicado el martes en YouTube como rendir por completo su vida a Dios en oración lo llevó a la liberación de la adicción a la pornografía y el OCD.

Pauta dijo que fue introducido al Evangelio a la edad de 8 años durante los servicios de una iglesia a la que asistía con su madre, quien se había convertido al cristianismo en el 2009 y estaba fascinada con Jesús.

Sin embargo, de acuerdo a Pauta, cuando cumplió 10 años su vida tomó un rumbo para lo peor cuando comenzó a desarrollar “pensamientos obsesivos y tormentosos”.

“Con el OCD, muchas veces, es como patrones de numero o solo cosas por las que te obsesionas, y después estas obligado a hacerlo”, explicó Pauta.

“El mío tenia mucho que ver con los números par y con tocar cosas. Por ejemplo, si agarraba un control remoto, tenia que agarrarlo dos veces. Siempre tenia que hacer cosas en un numero par de veces”, continuó él. “si cerraba una puerta, tenia que cerrarla dos veces”.

“no estaba arruinando mi día. Solo era una tarea extra que tenía que hacer, y para ser honesto, ni siquiera sé por qué tenía que hacerlo. Solo sabía que, en el momento, si no lo hacía, no se sentía bien”.

Pauta dijo que a pesar de que su OCD comenzó como “cosas mas inocentes”, mientras más les daba lugar a esos hábitos su condición se volvía más severa.

“Tenia miedos de no hacer cierto patrón o no cerrar mi puerta con seguro cuatro veces. por ejemplo, si la cerraba cinco veces con seguro, ahora tenia que cerrarla seis veces, ‘porque es un numero par o algo malo iba a suceder’”.

Pauta dijo que cuando no llevaba a cabo sus rituales de OCD, entraba en “un ataque de pánico desproporcional”.

De acuerdo a Pauta, la primera vez que se dio cuenta de lo severo que se estaba volviendo su OCD fue cuando era niño y se preparaba una practica de futbol soccer, estaba teniendo dificultad para ponerse sus calcetines en una forma especifica en la que su OCD requería que lo hiciera.

“Algo que me tomaba, incluso con mi OCD, probablemente dos minutos, probablemente estuve entre 45 minutos y una hora tratando de ponerme los calcetines y estaba llorando” recuerda Pauta.

“En ese momento, fue como, ‘soy esclavo de esto…esto no es normal’. Me sentía muy raro. Sabia que esto no era algo común. No sabia que se llamaba OCD. Solo sabia que estaba llorando por ponerme los calcetines en la forma correcta. Y estaba teniendo un ataque de pánico”.

Pauta luchó solo por muchos años porque sus padres no estaban al tanto de su OCD y sobrellevaba el estrés viendo pornografía, lo cual se convirtió en una adicción a la edad de 12 años.

“Lo peor que sucedió fue una noche donde tenía que hacer cierta cosa, un ritual de OCD, antes de dormir. Con el OCD muchas veces, te va a obligar a hacer cosas, para poder hacer otras cosas. Así que, si quería salir, tenia que hacer esto primero. Si quería ir a dormir, tenia que hacer esto primero…la mía tenia que ver con numero y tocar cosas”, dijo Pauta.

“Tenia que hacer esta cosa rara, donde tocaba el suelo cierto numero de veces antes de dormir, en una forma particular, donde era como, cada vez que lo tocas, es más presión con tus manos. Y mientras lo estaba haciendo, esa noche, fue una locura. Lo había hecho antes y lo hice de una forma donde dije, ‘OK, siento paz para ir a la cama’. Pero esa noche no podía hacerlo de la forma correcta…y estaba en completa agonía”.

Pauta dijo que continuó intentando completar el ritual hasta las 4 a.m., y cuando no pudo hacerlo correctamente empezó a tener un ataque de pánico.

Estaba llorando. Me recordaba mucho la ocasión cuando me estaba poniendo los calcetines. Solo quería dormir. Recuerdo haber dicho, ‘solo quiero dormir’”, recuerda Pauta.

“Fue tan tormentoso. Y básicamente, mientras lo hacía, mi mamá, ella me vio. Ella no sabia lo que estaba sucediendo. Ella no me veía haciendo muchas cosas de OCD. Ella solo vio que estaba en completo pánico, hiperventilándome y llorando”.

Pauta dijo que su madre insistió en que le dijera lo que le sucedía, y él creía que Dios quería que ella estuviera allí en ese momento para que el estuviera dispuesto a hablar con ella.

“Prácticamente me abrí sobre todas las cosas por las que había estado pasando por los últimos tres años y ella tuvo mucha compasión”, dijo Pauta.

“Solo le dije, ‘mamá, tengo estos pensamientos obsesivos. Tengo estos patrones que no puedo ir a dormir a menos que haga esto. No puedo ir al futbol soccer a menos que haga esto. Y no sabia lo que eso era, pero, todo lo que se es que en ese momento oramos”.

A la mañana siguiente, Pauta dijo que se despertó y todo fue diferente.

“No fue tanto que cada pensamiento que tenia se hubiera ido. Es que la compulsión se fue, algo así como, ‘Oh, no necito hacer eso. No voy a morir si no hago eso’”, dijo Pauta.

“De pronto, solo sabia que era libre. Y la mejor forma en que lo puedo explicar es que sabia que Jesús fue el que me había libertado”.

Después de encontrar sanidad, Pauta dijo que continuó peleando con la adicción a la pornografía por unos años más, hasta que clamó a Dios en oración un día y también recibió liberación de esa adicción.

“Fue el 27 de septiembre del 2020. Esa fue la ultima vez que vi pornografía. He estado caminando con el Señor desde entonces. Ese fue el momento donde vi a Jesús hacer lo imposible”, dijo Pauta.

“Conforme comencé a orar, empecé a darme cuenta que Dios me estaba liberando no solo de esa adicción, sino de las cosas que vienen con ella, lo cual es mucho dolor, quebrantamiento y depresión”.