La costurera Lillian Weber ha ganado prominencia en los medios de comunicación de todo el mundo por su dedicación a personas que nunca ha conocido. Hace seis años decidió que usaría sus habilidades para ayudar a otros. Ella estaba decidida a confeccionar vestidos para 1.000 niñas necesitadas antes de cumplir su año número 100.

Hace dos meses ella completó un siglo de existencia y superó su meta, alcanzando un total de 1.051 vestidos. Da todo lo que hace para Little Dresses, una organización cristiana sin fines de lucro que ha enviado más de 3 millones de vestidos a niñas en 47 países africanos y en 31 países de otros continentes.

La señora Weber es evangélica y vive en el estado de Iowa, Estados Unidos. Ella confecciona vestidos nuevos casi todos los días. Ella personaliza todos los vestidos”, dijo su hija, Linda. “Para ella no es suficiente con hacer los vestidos, ella tiene que ponerle algo especial, les pone su toque personal”. Ella dice que su madre es una inspiración para todos los que la conocen y su deseo es sólo para hacer el bien.

La amorosa anciana personalmente nunca ha conocido algunos de los que ha ayudado. Le preguntaron si desea detenerse y ella dijo a Fox News: “No hay razón para que yo no haga nada”. “La distribución de la ropa abre las puertas para que se predique el amor de Dios y el evangelio se extienda”, sostuvo la fundadora de la ONG.