Hay esperanza para el que esta afligido y triste, hay salida para el que cayó en una tremenda depresión. No vas a quedar así para toda la vida, esto pronto pasará.

Salmos 30:11: Has cambiado mi lamento en baile;
Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.

Tenemos un Dios que está atento a cada momento de nuestra vida, el sabe hasta cuando podemos soportar un momento tan desesperante, tiene recursos para sacarnos del pozo de la desesperación en el que hemos caído.

Hoy es el día para salir hacia adelante, romper con las cadenas pesadas que nos tienen atrapados y sin esperanza.

Si nos tomamos en este mismo instante de la poderosa mano de Dios, tenemos asegurada la alegría tan anciada, si nos aferramos con fe al Señor tenemos un futuro lleno de gracia y alegría.

Es tan grande nuestra flaqueza y debilidad que muchas veces no podemos ni siquiera levantar los brazos para ser ayudados, pero tenemos que hacer ese último esfuerzo, no es un intento maás, es la salida de el estado de postración al que hemos llegado.

Esforzate y se valiente, tenés todo por ganar, es ahora o tal vez nunca, levantate en el nombre de Jesucristo y empezá a correr una nueva carrera, vestite nuevamente de alegría y no de una alegría pasajera, entrá a la gran fiesta de la bendición del altísimo.