(Martes 6 de octubre de 2015).- Cuando allá por finales de la década de los ’90 irrumpió en escena Hermana Albina, muchos se sorprendieron. A lo extravagante y curioso del nombre se le sumaban las siluetas de cuatro músicos que, a primera vista, no daban la sensación de poner al público ante una banda de rock. Pero bastaron dos acordes para que los oídos incrédulos avisaran a los otros sentidos que se pusieran en guardia. Así es que la vista empezó a presenciar un verdadero show sobre el escenario, el olfato empezó a respirar rock, el tacto se dio cuenta que el pogo era posible y el gusto empezó a saborear la música de un grupo que derribó cualquier preconcepto.
Así es que Hermana Albina despertó todos los sentidos e hizo del rock un vehículo para expresar una idea clara de su creencia y sus motivaciones. Con Yanky Halbina en voz, Richard Z Levis en guitarra, José Báez en bajo y Gabriel Soriano en batería, la formación se metía en la conversación de los fans rockeros. “Nuestra música centraliza un mensaje esperanzador a pesar de las circunstancias que podamos afrontar en la vida, anunciando la fe en Dios, el cual que nos brinda siempre una salida hacia la luz de la salvación”, dice Yanky, a modo de introducción para conocer cuáles son las motivaciones del grupo.
En 2001, Hermana Albina (cuyo nombre fue puesto en honor a una anciana de la congregación a la que pertenecen los músicos) comenzó a andar el circuito de pubs y recintos rockeros de Capital y Gran Buenos Aires. Allí desplegó todo su potencial y capturó la atención de muchos que comenzaron a seguir a la banda donde iba. “H-Albina en sus comienzos por el 2000 al 2006 participó en un sinfín de eventos deslumbrando al público con su extravagante rock atrevido con un sonido característico que los identifica, como fue en el local de Asbury Park, Speed King, Teatro de la Piedad, Jaa Rock Hurlingham, Festival Rock & Vida en la provincia de San Juan, entre otros, y en diversas ciudades de Buenos Aires, como San Justo, Adrogué, Campana”, cuenta el frontman de la banda, y completa diciendo que “además tuvimos posibilidades de tocar en eventos oficiales, en lugares como el Auditorio del Ministerio de Trabajo de la Nación y en un festival realizado por la Secretaria de Cultura de la Nación, realizado en la ciudad de Campana”.
Tras la grabación de su primer trabajo discográfico, la banda sufrió la ida de su bajista, por lo que tuvo un parate que duró un lapso prolongado, en el cual algunos pensaban que la aventura había terminado. Pero como no existe punto final si no es Dios quien lo pone, tras unos años de silencio, la banda se reunió en 2014 y con la inclusión de Jonathan Arze en el bajo, inició un segundo ciclo que muestra a la banda más madura y con fuerzas renovadas para desandar un nuevo camino, ya con otra experiencia a cuestas. “H-Albina es una banda que retornó a la actividad porque en su interior quedó pendiente mucha música e historias que cantar y continuar anunciando que Dios es el camino a la solución de nuestro paso en la vida. Además de ser una banda que cree en milagros y en un mundo mejor para todos”.
La próxima fecha confirmada de la banda es el sábado 28 de noviembre, en el Auditorio de la Ciudad, Cerrito 150, Capital Federal, donde presentará su EP a partir de las 20:00 horas. Para obtener mayor información de esta fecha, se puede ingresar a la fanpage de la banda: www.facebook.com/halbinarockband
Damián Sileo