Laurie dijo en un video en Facebook el jueves, que desde su punto de vista, la respuesta correcta sería: «ninguna de las dos opciones.»

«Ellos fueron al Hades,» explicó.

«Jesus contó una historia de dos hombres que murieron. Uno se llamaba Lázaro; el otro era un hombre rico,» agregó, haciendo referencia a Lucas 16: 19-31, y remarcando que Lázaro era un hombre piadoso, mientras que el rico no.

«Así que ambos al morir pasaron a la eternidad -uno fue a un lugar confortable, este fue Lázaro; y el otro fue a un lugar de tormento. La gente que murió en el Antiguo Testamento creyendo en la Venida del Mesías, fue a un lugar de sosiego y comfort, como dijo Jesús, en el seno de Abraham,» continuó.

Laurie dijo que después que Cristo muriera en la cruz y resucitara, todos los ocupantes de esa zona de sosiego y paz del Hades fueron a la presencia de Dios, mientras que los no creyentes en el Hades acabaron en el lago de fuego.

«Lucas 16:19–31 muestra esto; antes de la resurrección de Cristo, el Hades estaba dividido en dos partes: un lugar de paz donde Lázaro estaba (el seno de Abraham) y un lugar de tormento donde fue el rico (infierno),» explica el sitio Web ‘Got Questions’.

«El lugar de gozo donde estaba Lázaro es un lugar llamado ‘paraíso’ (Lucas 23:43). El lugar de tormento es llamado ‘Gehenna’ en griego (Marcos 9:45). Entre el cielo y el infierno (los dos distritos del Hades) había un gran abismo (Lucas 16:26). El hecho de que ninguno pudiera cruzar el abismo indica que, después de muertos, nuestro destino está sellado.

Según Matt Slick, presidente y fundador de Christian Apologetics and Research Ministry, dijo en su columna que en los tiempos antes de Cristo, la gente también se salvaba por su fe.

«La gente en el tiempo del Antiguo Testamento esperaba la llegada del Mesías. Ellos confiaban en Dios de acuerdo al conocimiento que tenían,» explicó Slick.

«Aquellos que murieron antes de Jesús, nunca tuvieron la oportunidad de confiar en Él pues su crucifixión aún no había sucedido, pero fueron salvos por fe al igual que lo somos nosotros,» agregó.

Por otra parte, Laurie ha predicado sobre temas del Cielo y el Infierno en numerosas ocasiones, y en Abril dijo que la gente debe tomar la decisión de en donde quiere acabar.

«La imposibilidad de cruzar de un lugar a otro, del ‘seno de Abraham’, donde Lázaro estaba, al lugar de tormento donde el rico estaba, sugiere que el destino eterno de la persona se determina aquí y ahora y no en un mundo futuro. Algunas personas piensan que pueden ocuparse del asunto luego. Pero el algo de lo que se deben ocupar hoy,» advirtió Laurie.

«El punto crucial es, que tú determinas en ésta vida donde pasarás la eternidad. Una vez allí no hay cambios.»