Un reporte de investigación ha revelado que en regiones aisladas de Myanmar, además de producirse un genocidio contra los musulmanes Rohingya, la milicia burmesa ha llevado adelante una limpieza étnica contra la minoría Cristiana Kachin.

El equipo de investigación de Sky News viajó para documentar la situación en el remoto estado de Kachin, donde los locales denuncian una ‘campaña genocida’ encubierta.

El área se encuentra escondida del mundo, y la mayoría budista de Myanmar le ha negado el acceso a la región a los periodistas y agencias de medios de comunicación.

El pueblo Kachin, que ha peleado por décadas su identidad y ha logrado formar su propio ejército, la Armada Independiente Kachin, denuncia que están muriendo por miles en los ataques llevados a cabo por la milicia de Myanmar.

Los locales advierten que los ataques de parte del gobierno central se han incrementado significativamente desde enero. La persecución masiva a los refugiados Rohingya también comenzó alrededor de agosto y cerca de 700,000 personas se han visto forzadas a huir hacia Bangladesh.

Sky News reporta que miles de civiles Kachin, en su mayoría cristianos, tuvieron que internarse en las densas junglas, para huir de los bombardeos y ataques del ejército central.

«Estoy convencida de que el gobierno Burmes está tratando de hacer una limpieza étnica en el pueblo Kachin,» dijo una madre de cuatro hijos de nombre Lashi Ókawn Ja.

«Cuando ven a los Kachin tratan de matarlos y de violar a sus mujeres, incluso a las mujeres embarazadas.»

El General Sumlut Gunmaw, vicepresidente del Concilio de la Independencia Kachin, también argumentó que Myanmar está sometiendo a su pueblo a una gran persecución.

«Quizás sus acciones contra nosotros no son tan repentinas como las que llevan a cabo contra los Rohingya, pero sus intenciones son las mismas. Quieren eliminarlos,» dijo Gunmaw.

La organización Puertas Abiertas EE. UU, que posiciona a Myanmar en el puesto n° 24 de los países donde los cristianos sufren la peor persecución del mundo, ya había advertido que en el estado de Kachin los creyentes enfrentaban una gran violencia.

Cientos de miles de creyentes son forzados a vivir en campos de refugiados, privados de la alimentación necesaria y de los cuidados básicos.

Puertas Abiertas también advirtió que movimientos radicales budistas, como el Ma Ba Tha, a menudo toman de punto a los seguidores de Cristo, con la connivencia de los gobiernos locales y en clara discriminación de las minorías.

En mayo, El Guardián también denunció un ‘lento genocidio’ de cristianos en Myanmar.

Los activistas de derechos humanos San Htoi, y el secretario de la Asociación de Mujeres Kachin en Tailandia, han advertido que una ‘guerra invisible’ está tomando lugar, y acusaron a los medios internacionales de enfocarse sólo en la crisis Rohingya, e ignorar la situación de Kachin.

Los Rohingya han enfrentado una violencia horrible, como casos de bebés partidos a la mitad, y madres e hijas violadas por pandillas. En abril, los clérigos budistas, cristianos, judíos y musulmanes fundaron la Coalición de Fe para el Fin del Genocidio en Burma, viajando a Bangladesh para dar a conocer acerca de la crisis.

Malij Mujahid, líder de la comunidad musulmana, y uno de los organizadores de la Coalición, contó que entre 500 y 600 refugiados Rohingya continúan arribando cada semana a los campos de refugiados en Bangladesh.

«Siempre me entrevisto con las personas que llegan,» dijo Mujahid.

«Ellos responden, ‘Nos atacan a balazos’. En algunos casos los líderes de las aldeas les aconsejaron huir. O las aldeas vecinas fueron atacadas y por eso decidieron escapar. Las mujeres cuentan como sus conocidas han sido violadas y huyen de ese horror.»