Dos familias Evangélicas en el centro de México han sido amenazadas con quedarse sin servicios esenciales o la expulsión de la comunidad si continúan rehusandose a negar su fe y no pagar una multa ilegal, según se reporta.
Las familias de Nemesio Cruz Hernández y Eligio Santiago Hernández, de la Primera Iglesia Bautista en La Mesa, área de Limatitla, fueron amenazadas durante su reunión comunitaria el lunes, así lo denunció la agrupación Solidaridad Cristiana Mundial.
En la reunión, a las familias Evangélicas se les prohibió inclusive hablar.
El 3 de agosto, líderes comunales, identificados como José Marcos Martínez y Julio Alvarado Hernández, hicieron amenazas similares que impiden que lleven adelante sus creencias religiosas, además les cobraron una especie de multa para seguir proveyendo servicios esenciales.
En enero de 2019, muchas familias Evangélicas fueron forzadas a firmar un acuerdo renunciando a su fe. Ocho familias firmaron, pero los Cruz Hernández y Santiago Hernández no.
Los líderes de la comunidad entonces bloquearon el acceso de estás familias al agua potable y otros servicios esenciales, además les obligaron a firmar un acuerdo donde no podían mantener reuniones religiosas.
En el acuerdo, cada familia debía pagar U$3.000 por una multa ilegal. Las autoridades estatales pagaron parte de la deuda, pero las familias continuaron siendo amenazadas durante todo el 2020. Además, la comunidad ha impedido toda investigación de violación a los derechos humanos asociados con el caso.
En México, este tipo de acuerdos son comunes cuando se están violando derechos religiosos de las minorías.
Los oficiales estatales deben intervenir «de manera urgente», dijo Anna-Lee Stangl, abogada de SCM. «Si el estado gubernamental se rehusa a proteger los derechos de las minorías, entonces el gobierno federal debe intervenir».
Stangl agregó: «El gobierno, tanto local como federal, debe accionar contra la impunidad cultural que permite violaciones cómo estas desde hace mucho tiempo; y debe asegurar que las familias del Sr Cruz Hernández y Santiago Hernández sean libres de practicar cualquier religión o creencia, no siendo forzados a pagar multas ilegales o enfrentar presiones con riesgo de sufrir actos violentos y criminales».
Éste no es un hecho aislado de persecución cristiana en México, la cual ha aumentado por la violencia de los carteles de droga, persecución por el Catolicismo nacionalista y la discriminación contra cristianos de los ultra-izquierda.
«El año pasado, México estaba en el puesto 52 de países perseguidores de Cristianos, de la lista de Puertas Abiertas Estados Unidos», dijo el Presidente de la organización, David Curry. «Ahora subió considerablemente y se debe a los hechos de violencia narcotraficante».
Catolicismo Tradicionalistas a menudo persiguen a los cristianos también. En este sentido, los creyentes representan una pequeña porción. Puertas Abiertas cataloga estos hechos como Persecución. «Los cristianos son molestados y amenazados dentro de las comunidades, y se ve principalmente en Estados como Chiapas, Hidalgo, Guerrero y Oaxaca. Son hechos localizados».