Han pasado más de tres años desde que el misionero americano Michael Riddering estuvo entre docenas de cristianos asesinados por Al Qaeda en la nación africana del oeste llamada Burkina Faso. Pero hoy, su ministerio para los huérfanos y pobres en ese país todavía continua gracias a la ayuda de su familia.

Riddering, quien junto con su esposa vendieron todas sus pertenencias en Estados Unidos para administrar un orfanato y centro de crisis para mujeres en Burkina Faso en el 2011, fue asesinado cuando hombres armados abrieron fuego en una cafetería el 16 de enero del 2016 en Ouagadougou justo minutos después de que llegara Riddering.

Riddering estaba conduciendo la camioneta del ministerio e iba de camino al aeropuerto a recoger a un grupo de por lo menos 15 misioneros. Ya que el vuelo venia retrasado él decidió pasar a comprar un café. El ataque comenzó minutos después de su llegada a la cafetería y 28 personas fueron asesinadas. De acuerdo al hermano de Riddering, Jeff, los reportes de inteligencia ha sugerido que los terroristas llevaban tres semanas explorando el lugar ya que era un blanco fácil y estaban buscando matar a “cruzados”.

“Así que vienen llegando dos camionetas nuevas. Él viste una playera colorida y los terroristas dicen “es hora”, comentó Jeff, el pastor de Gateway House of Prayer en Sunset Hills, Missouri.

“Mi cuñada no piensa que él haya sido un blanco específico. Pero una cosa que sí sabemos es que los cristianos eran un blanco.”

Riddering dejó atrás a sus cuatro hijos y esposa, Amy Boyle-Riddering. Boyle-Riddering y sus hijos todavía están en Burkina Faso encargándose del mismo orfanato y centro de crisis para mujeres, el cual es financiado por la caridad Sheltering Wings.

Sheltering Wings es una organización sin fines de lucro con su base en Missouri que provee cuidado humanitario y se asocia con iglesias locales en África para mandar misioneros a las comunidades de la región que no han sido alcanzadas.

El orfanato localizado en la parte norte del país sirve a cientos de niños. Pero en total, Sheltering Wings ayuda a más de 1.000 huérfanos a nivel nacional. La mayoría de esos huérfanos están viviendo con familia extendida, pero son patrocinados por Sheltering Wings.

Además, a los niños se les da educación cristiana sin costo a través de escuelas construidas por Sheltering Wings y sus socios.

“[Nuestros programas de patrocinio] están diseñados para que [los niños] no se conviertan en una carga para su familia extendida sino en una bendición”, explico Jeff Riddering. “Las personas tienen todo un patio con comida y cosas diferentes. Se convierte en una bendición y casi un honor ser un huérfano en el patio porque Sheltering Wings viene cada mes. Es por ese niño que ellos bendicen a todo el patio”.

Un patio en Burkina Faso es una forma de describir a un grupo de casas que están asociadas con la misma familia. En muchos casos, ya que es una nación musulmana, el patio se comprende de un hombre, y sus múltiples esposas, sus hijos y otros parientes.

El centro de crisis para mujeres es también operado por Boyle-Riddering y Sheltering Wings ayuda a mujeres que tal vez fueron sacadas de su patio por haber traído, de alguna forma, vergüenza a su familia. Algunos ejemplos incluyen tener relaciones sexuales fuera del matrimonio o incluso haber sido violadas. Cuando las mujeres y sus hijos son sacadas del patio, no tienen a donde ir.

Pero en el centro de crisis para mujeres de Sheltering Wings, las mujeres pueden recibir entrenamiento laboral y son elegibles para recibir micro préstamos para ayudarlas a levantarse.

“También tenemos allí un ministerio para las viudas”, explicó Riddering. “Tal vez son mujeres ancianas que ya no son cuidadas por su familia extendida”.

Sheltering Wings también se asocia con organizaciones que cavan pozos para así ayudar a traer agua limpia a las comunidades empobrecidas.

Jeff Riddering vive en St. Louis, pero en agosto planea también vender sus pertenencias y mudarse a Burkina Faso. Parte de la razón es para estar más cerca de la familia de su hermano, así como también iniciar otro ministerio que promoverá el Evangelio en ese país.

Esta decisión ha pesado en el corazón de Riddering desde que vio a su hermano en un sueño después de que este muriera.

“Lo vi que venía entrando por unas puertas dobles. Él se me acercaba y yo le decía, ‘Michael, ¿Cómo puedes estar aquí? Tú estás muerto”, recuerda Riddering. “Él medio sonrió y dijo, ‘Jeff continúa con mi ministerio’. Fueron las únicas cuatro palabras que dijo”.

El nuevo ministerio de Riddering será llamado My Brother’s Keeper (El Guardián de mi Hermano). El ministerio ayudara a la denominación nacional de Las Asambleas de Dios a alcanzar su visión. Desde que Sheltering Wings comenzó con su trabajo en Burkina Faso, la denominación de Las Asambleas de Dios ha sido instrumental en ayudar a la organización sin fines de lucro a cumplir con su misión.

Ahora, dice Riddering, es hora que ayudemos a la iglesia a alcanzar sus metas.

“No lo hubiéramos podido lograr sin ellos”, dijo Riddering. “La fuerza laboral es africana. Los maestros de escuela son todos africanos. Todos los cristianos son de la denominación de Las Asambleas de Dios”.

“Hay más de 200 iglesias que son iglesias de Las Asambleas de Dios. Lo que tenemos es una oportunidad de ayudar a Las Asambleas de Dios a alcanzar su misión”, añadió él. “Queremos facilitar su visión para convertirse ellos mismos en misioneros, no misioneros fuera de Burkina Faso sino para las personas que no han sido alcanzadas en Burkina Faso”.

Riddering dijo que él estará trabajando para recaudar fondos y ayudar a plantar este año de entre 10 a 15 iglesias en Burkina Faso.

*La imagen es ilustrativa