La familia de un pastor de Carolina del Norte, quien fue inspirado por Billy Graham a predicar el Evangelio, está pidiendo misericordia al gobierno chino después de una sentencia de 7 años de prisión.

«Nada de lo que mi padre organizó jamás tuvo que ver con la política. Siempre estuvo relacionado a lo religioso o a la caridad,» dijo Ben Caso, hijo del pastor John Sanqiang Cao, en una entrevista publicada el lunes.

«Esperamos que China muestre misericordia y vea que las intenciones de mi padre fueron buenas.»

Al igual que otro número de pastores y líderes cristianos, los activistas de derechos humanos dicen que John Cao ha sido castigado por practicar su fe y esparcir el Evangelio.

John fue sentenciado a siete años de prisión en Marzo, después de ser encontrado culpable de «organizar cruces ilegales en la frontera,» a Myanmar.

Sin embargo, su familia en Estados Unidos dice que el Pastor Cao y sus compañeros maestros cristianos cruzaban la frontera para entregar cuadernos, lapiceras y Biblias a las personas del país vecino.

Los cristianos habían estado proveyendo a los niños burmeses de educación gratis con base religiosa, hasta que ocurrió el incidente el 5 de marzo, cuando los maestros fueron arrestados por los agentes de seguridad china en una redada en la provincia de Yunnan. Aunque Cao logró tirar su teléfono celular al agua, protegiendo así a 50 maestros cristianos, el fue puesto en prisión.

Su familia en Estados Unidos, compuesta por su esposa y sus dos hijos, reveló que Cao tenía 20 años de edad y vivía en la provincia de Hunan cuando conoció a una pareja americana cristiana que le regalaron su primer Biblia.

Además contaron que John había sido inspirado por una prédica de de Billy Graham en la radio, donde sintió el llamado a ministrar al pueblo chino.

Cao eventualmente fue a estudiar a Nueva York, se casó con una americana, y pastoreó una congregación chino-americana en Carolina del Norte. Aún así, el retuvo su ciudadanía china, y viajaba regularmente para misionar.

El pastor Cao fundó docenas de escuelas-internados bíblicos en China, entrenó adolescentes de familias pobres cristianas como pastores de hogares. Además, ayudó a construir escuelas en Myanmar, aunque por años el partido comunista lo persiguió clausurando todas las instituciones.

ChinaAid, que monitorea la persecución a Cristianos en China, reportó también que el mes pasado, otro maestro cristiano de nombre Jing Ruxia, quien se encontraba con Cao el día del arresto, fue condenado a un año de prisión, y puesto en libertad bajo fianza.

El presidente de ChinaAid, Bob Fu, y amigo de años de Cao, remarcó que las sentencias están aumentando en la campaña de persecución del Presidente Xi Jinping en contra de la independencia religiosa en China.

«En el pasado cuando se hablaba de infiltración extranjera, el término refería a las actividades de los misioneros extranjeros dentro de China, pero ahora se ha extendido para abarcar a los misioneros chinos con actividades fuera de las fronteras,» dijo Fu.

La Regulación de Asuntos Religiosos de China, que entró en vigencia el 1 de febrero, ha hecho la vida de los cristianos aún más difícil, tanto para los que viven en el país como para cualquier extranjero que quiera compartir su fe en la tierra comunista.